Necesitamos más juegos como Hellblade
Vivir fantasías épicas, ser los protagonistas de grandes aventuras, tener superpoderes, canalizar el estrés diario apretando un gatillo virtual. El videojuego tiene multitud de vías de expresión y nos ofrece la oportunidad de vivir situaciones alejadas del plano real, fantasías, aunque a menudo se acomode en su propia radiofórmula basada en reproducir lo que funciona y dejando lo experimental en terrenos de bajo presupuesto. No es algo malo, simplemente cuando buscas hacer dinero la cosa termina derivando hasta aquí, yendo a lo fácil.
Como ya os comenté, en Ninja Theory han dado con un formato llamado ‘Indie triple A’ que aúna lo mejor de cada lado: una propuesta alejada de las tendencias pero a la vez un despliegue audiovisual digno de los mejores estudios y distribuidoras. Hellblade: Senua’s Sacrifice es una joya porque el fotorrealismo y el sonido binaural le permiten emular lo que pretende, una ilusión, y también porque su concepto se hubiese desechado de apostar por un público mayor. No quiere ser un superventas, no es su guerra, y eso también puede estar bien.
En esta rara avis nos permiten llegar a experimentar todo lo que conlleva sufrir psicosis, hasta qué punto se distorsiona la realidad y cuánto afecta este trastorno a la personalidad de quien lo padece. Además, recurre a expertos en la materia para documentarse y ha contado con el beneplácito de personas que conocen lo que supone vivir el día a día con un cerebro que te engaña. Es un juego que hace muchas cosas bien porque ha sabido a quién escuchar.
No quiero reducirlo todo a una cuestión de gráficos y sonido, otros indies como The Vanishing of Ethan Carter cumplen sobradamente en ese terreno aprovechando técnicas como la fotogrametría, pero en el caso de Hellblade era necesario alcanzar un despliegue técnico puntero para conseguir trasaldarnos hasta la piel de Senua. Es un medio hacia un fin que resulta crucial para conseguir lo que en Ninja Theory se pretende: transmitir una experiencia realista.
Hellblade: Senua’s Sacrifice es un juego importante porque nos acerca a una minoría y ofrece herramientas únicas -el lenguaje propio de nuestro medio- para empatizar con ella. Es pedagogía lúdica. El indie por definición no podría hacerlo igual y un tripe A quizás no se atrevería. Celebrar su existencia es tan importante como apoyarla para que otros se animen a sorprendernos con experiencias a las que no estamos acostumbrados. En parte, también estamos aquí por ellas.
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