FIFA 18 para Switch, la mejor versión con diferencias
Desde el momento en el que FIFA 18 se anunció para Switch, todos hemos querido conocer hasta qué punto será una versión con diferencias con respecto a las de Xbox One, PS4 y PC. Hoy sabemos mucho más, casi todo lo necesario para tener bien claro hacia qué versión decantarnos, y por eso no está de más repasar toda la información para que la tengáis bien ordenadita y accesible.
La versión para la consola de los Joy-Con se construye con un motor específico, tan alejado de Frostbite como de los estrenos que todavía llegarán a la anterior generación. En cuanto al rendimiento, hablamos de un título que funcionará a 720p en el modo portátil y pegará el salto hasta los 1080p cuando la máquina esté en el dock, donde en sendas opciones disfrutaremos en todo momento de una fluidez fijada en las 60 imágenes por segundo. Esas son las buenas noticias.
Luego hay otros añadidos que vienen a suplir la gran ausencia de la presente entrega: el modo El Camino. Según EA, el nuevo modo historia incorporado en 2017 es un añadido que no puede convivir sin Frostbite, por lo que si os decantáis por la versión de Switch debéis tener muy presente que no podréis continuar con la historia de Hunter. El último recorte destacado es el modo Pro Clubs, que nos permite jugar 11 contra 11, algo que también queda disponible solo para PS4, Xbox One y PC. En compensación tendréis un modo exclusivo llamado Local Seasons, que permite que dos jugadores con el juego y la consola puedan jugar sin conexión a internet, valiéndose únicamente de la comunicación ad hoc de Switch.
Luego vienen las funciones exclusivas que obtenemos por infraestructura. A la evidente posibilidad de llevarnos el juego a cualquier lado, la encumbrada como ‘la mejor versión portátil de FIFA hecha jamás’ nos permite jugar en cooperativo con cada Joy-Con, aunque con limitaciones. Para empezar, el tamaño de los mismos es demasiado pequeño para las manos de un adulto por mucho que utilicem las correas, lo que no lo hace el sistema idóneo para sesiones largas. A esto hay que sumarle que hay funciones del control que quedan bloqueadas como los modificadores (tiros de calidad, bregar, presión con segundo defensa, etc.) al no disponer ni del stick derecho ni de los segundos gatillos, o el cuadro de estrategias rápidas centradas en la presión, el contragolpe, etcétera, que se activa mediante la cruz direccional. Para terminar, el control táctil queda descartado en lo que a FIFA 18 se refiere, pero podría llegar en el futuro.
Pese a lo comentado, las impresiones que está causando FIFA 18 para Nintendo Switch están siendo buenas tanto por la fluidez como por el sistema de control (descartando lo mencionado con los Joy-Con), y se asegura un buen comienzo al disponer de Ultimate Team y del Modo Carrera, aunque en este segundo caso ya se ha apuntado que habrá cambios, quizás reducidos a algunas cinemáticas que no veremos. Es evidente que la de este año será una versión sólida sobre la que construir en el futuro, así se nos vende, y parece que empieza bien.
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