Menuda se ha liado con la expansión de Baldur's Gate
Todos sabemos que la industria y el mundillo de los videojuegos tiene que tener todas las semanas alguna polémica absurda o, sino, se cae bajo su propio peso. La de esta semana me temo que tiene que ver con Baldur's Gate: Siege of Dragonspear, la expansión desarrollada por Beamdog. El origen de esta polémica está en dos cosas que parecen bastante inocuas, un chiste y un personaje transexual.
Lo que ha pasado es lo siguiente. Beamdog no es el desarrollador original de Baldur's Gate, pues todos sabemos que fue la BioWare de hace 20 años la que creó esa saga basada en Dungeons & Dragons. Sin embargo, tiene los derechos de la misma ahora, y por eso ha lanzados dos versiones Enhanced y, hace muy poquito, Siege of Dragonspear, una expansión. Entre el nuevo contenido, había un nuevo personaje llamado Mizhena que te explica que es una mujer transexual si indagas un poco y un chiste puesto en boca de Minsk que se tomaba a coña el eslogan del GamerGate.
La suma de una burla directa al colectivo, de incluir un personaje fuera de lo estandarizado y conforme a la clase de cambios en la industia que defienden figuras feministas muy vocales y de una saga querida por muchos jugadores desde hace años ha hecho estallar a ciertos miembros del coletivo GamerGate. Esto se ha saldado con muchas críticas negativas en Steam, lo que puede hundir el éxito de un juego; con acoso selectivo hacia los desarrolladores del estudio; y una buena tonelada de mierda en todas las redes sociales para el juego y el estudio.
Como cualquier en su sano juicio admitirá, esa reacción es inhumana e injustificable. Lo siento si estáis a favor del GamerGate – de hecho, lo siento por vosotros, sobre todo –, pero esto no se hace así. Puedo entender algunas de las críticas que sea hacen: que el comentario sobre la ética y la aventura no encaja en absoluto con la personalidad de Minsk o que, desde el punto de vista de un buen guión, la facilidad con la que Mizhena cuenta que es transexual puede resultar atípica; pero también puedo rebatir esos argumentos dándoles simplemente la vuelta: lo mismo Minsk ha evolucionado como personaje y lo mismo Mizhena no se avergüenza, no quiere esconder o le apetece que la gente sepa por lo que ha pasado.
Ya no es solo una cuestión de las formas, que anulan cualquier posible racionalización de por qué no se debería haber hecho el chiste, que puede estar fuera de lugar o no; sino de la ideología que se esconde tras la brutalidad de muchos de los que están protestando por este asunto. ¿Tan grave es introducir en un mundo de fantasía con personajes que son medioelfos, medioorcos o mediodragones a alguien transexual? Porque me parece a mí que no.
Y al margen de lo ideológico, está también lo económico de toda esta movida. ¿Realmente es lícito hundir a Beamdog en problemas y en mala prensa en Steam, donde más importante es vender y tener buena imagen, por no estar de acuerdo con algo que han hecho? Entiendo que Siege of the Dragonspear no esté a la altura de los anteriores Baldur's Gate y eso decepcione a los fans, sobre todo si hay muchos bugs y problemas con la interfaz – esto son hechos sobre el juego –, pero hay una diferencia entre quejarse de esto y por un chiste "fuera de lugar" y la decisión de hacer un personaje así o asá.
No es como si Beamdog no tuviera culpa en todo este asunto, tampoco os voy a engañar. No es porque hayan incluido lo que les ha dado la gana en su juego, como si todos los personajes son transexuales y bailan la conga para atacar a sus enemigos. Esto podría criticarse por ser absurdo, pero eh: ¿no habíamos dicho que los creadores no deben ceder a las presiones ajenas y su libertad creativa debe estar por encima de todo cuando Blizzard reculó con el, esto, culo de Tracer? Vaya con la doble moral.
Si Beamdog ha hecho algo mal es eso mismo, ceder, cuestionar la legitimidad del chiste de Minsk y que Mizhena no pueda decir lo que le salga de las narices dentro del mundo que ellos mismo están ampliando. Pero claro, ¿qué otra cosa pueden hacer? ¿Ser más fieles al original? ¿Ser fieles a los fans? ¿Hacer que el mundo del juego sea creíble pese a ser fantasía medieval con magia? Esta son excusas que piden los acosadores para encubrir sus acciones sin sentido porque un estudio ha intentado adaptar la forma en la que piensan sus guionistas dentro de su juego, que es su propiedad intelecual.
Que Beamdog ceda es tan malo como que Nintendo despida a una empleada porque se la relaciona injustamente con la pedofilia y otro precedente más de que comportarse como un anormal en Twitter y hostigar a personas por su forma de vivir es efectivo.
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