Los análisis de Cyberpunk 2077, el 'tonto el último' y los fallos de nuestra industria

Tras muchos, pero muchos, pero muchos años de espera, mañana tendremos Cyberpunk 2077 en nuestras manos. La famosa CGI de la chica con brazos raros y la lluvia de balas se convertirá en una realidad en nuestras consolas y PCs. Una que ha terminado por mejorar visualmente, gracias al paso de los años, lo que en su momento nos pareció una locura. Mientras algunos usuarios ya tienen el juego en sus manos y los análisis plagan metacritic de sobresalientes, CD Projekt advierte al jugador para que espere al parche día uno antes de empezar a jugar.

 

 

La caravana de los miserables

Cyberpunk 2077 es una gran obra desde la que analizar muchos de los problemas de la industria actual del videojuego, especialmente aquellos relacionados con ese saco lleno de sinsentidos que llamamos prensa especializada. A la obra le tengo ganas como jugador y amante del género, pero hasta que no la tenga en mis manos mañana poco o nada puedo decir sobre ella. De lo que sí puedo hablar es de todo el circo ambulante que la rodea y que como esa caravana de prostitutas, comerciantes, sastres, barberos, huérfanos sin oficio y cerveceros que seguía a los ejércitos en campaña en su marcha hacia la guerra para hacer negocio, nos arrastramos tras los pasos del que será un lanzamiento sonado y bajo la bandera del oportunismo. 

 

La amiga y maestra Brenda hablaba del análisis cultural y el daño de la necesidad de premura el otro día en esta santa casa, pero yo no voy a ser tan elegante ni voy a preocuparme por un gremio, el de los analistas, del que formo parte y que aún así, en ocasiones, me trae tonos y sabores a bandada de buitres volando en círculos sobre el campo tras la batalla, por seguir con el símil del párrafo anterior. Ojo, que no lo digo de forma negativa: igual que el buitre actúa como actúa movido por la sabia naturaleza, así nos toca a nosotros actuar movidos por la situación actual. Una situación en la que la premura parece serlo todo, en la que si cierras los ojos pierdes, y en la que hay que saber jugar tus cartas. Por ejemplo escribiendo un artículo como el presente para poder colocar análisis de Cyberpunk 2077 en el titular sin dejar por ello de escribir la crítica que tienes en la punta de la lengua desde hace un par de días. 

 

 

Si cierras los ojos, pierdes...

Como decía, hemos tenido que esperar muchos años para poder poner las manos mañana en Cyberpunk 2077, y en estos años la obra de CD Projekt ya se ha comido todos los marrones habidos y por haber relacionados con los videojuegos sin que hayamos podido poner las manos sobre la obra. Mike Pondsmith, padre del juego de rol Cyberpunk y guionista principal del juego, fue acusado de racismo; la libertad de jugar con el género y ser quien quieras ser fue acusada de transfobia por un señor cis-hetero, y por supuesto se habló de machismo y de todo lo malo que se puede acusar a un juego porque la queja y la crítica venden más que decir, simple y llanamente, que una obra sigue en proceso. También hubo críticas de crunch, lo que en España llamamos explotación laboral y en Japón ética del trabajo, y ahora que el juego ha pasado por manos de los analistas ya estamos hablando de bugs y glitches, aunque aún no haya llegado el parche día uno y estemos la gran mayoría hablando sin haber puesto, una vez más, las manos en el dichoso juego. 

 

Sí, vivimos en los días de la premura, días en los que las prisas por hablar del tema de moda lleva a algunos a 'confimar' la compra de SNK por un príncipe saudí buscado por terrorismo internacional a través de una compañía que bastan cinco minutos de investigación con herramientas forenses avanzadas como Google para saber que nunca existió. Esta premura no es culpa del plumilla ni del analista, ni siquiera del jefazo supremo que exige cubrir unas cuotas de visitas frente a la competencia, ni de las compañías y desarrolladoras. Como en el caso del buitre, es lo que dicta nuestra naturaleza aunque sea un artificio, y queda claro que tiene sus contras, como los tiene tener que esperar a que ese soldado deje de moverse antes de comete su hígado si no quieres que te ensarte con su daga. 

 

 

...Pero al final nadie gana

El caso de Cyberpunk 2077 es especialmente sangrante -sigamos siendo fieles al símil original- porque nadie ha salido beneficiado por esta necesidad de ir con prisas. Los usuarios que tienen el juego reservado, algunos en edición coleccionista, no van a retirar la reserva por lo que digan los analistas. Los analistas han tenido que analizar un juego que no había sido optimizado. CD projekt ha visto valorado su juego con bugs y errores que esperan empezar a pulir el día uno, y los medios que no hemos podido acceder a una copia antes de embargo tendremos que apretar el acelerador mañana  para tener cosas que contar. Algo que afortunadamente en Mundogamers no solo no es vital, sino que el mismo jefe nos anima a tomárnoslo con calma pero que en otros medios tendrá a mis compañeros con la lengua fuera en unas fechas tan delicadas como las presentes. 

 

Al final todo esto es un inmensa, tremendo y redundante estropicio en el que todos pierden. El usuario que lleva años esperando por este juego no va a dejar de comprarlo por lo que digan streamers y medios escritos, pero empieza a jugar con la ceja levantada en busca de unos bugs que, al final, en mayor o menos medida, siempre están presentes en los videojuegos. Los streamers y la prensa nos pegamos el curro a contra reloj por unas visitas que al final sólo marcan la diferencia para los enchaquetados de más arriba, patrocinadores y socios capitalistas. CD projekt se come el marrón de ser puesta en duda una vez más para alimentar esos clicks tras muchos años de duro trabajo, y las grandes, Sony y Microsoft, se tragan las críticas de que en sus nuevas consolas de 500 pavos el juego tenga errores, aunque no haya sido aún actualizado a la nueva generación. 

 

Si queréis un consejo, quedáos sólo con esto: Mañana sale un nuevo juego de los padres de Witcher 3 y va a ser un bombazo. Tras varios años en desarrollo podremos poner al fin las manos en Cyberpunk 2077. Y ya había ganas. Todo lo demás son pelusas del ombligo que, como digo, no benefician a nadie. 

 

¡Nos leemos!

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