Lo que importa de Gran Turismo 6 está en su interior

La demo de Gran Turismo 6 ha aterrizado esta semana en las PS3 de todo el mundo. A pesar de ofrecer muy pocas opciones, lo más interesante se encuentra bajo la carrocería: sus nuevas físicas salen a escena. Y como sucede con la moraleja de las telenovelas de baratillo, es importante hacer hincapié en que lo mejor del juego se encuentra en su interior por mucho que por fuera parezca una actualización sin más.

Alguna vez hemos comentado en esta casa que lo que realmente importa en un juego de conducción que pretende ser realista se encuentra en su simulación de los neumáticos. Gran Turismo 6 ha querido elevar la apuesta elevando la importancia de las suspensiones en su simulación y el resultado se nota a las primeras de cambio en cuanto se coge un coche de cierta potencia.

La mejor manera de comprobarlo es poniendo a su lado la entrega anterior. Hace poco comentamos por qué las físicas de Forza 4 eran superiores a las de GT5 y se nota que Polyphony ha hecho los deberes. Los neumáticos parecen tener un comportamiento más natural y aunque parezca mentira, el sonido nos va a echar un cable para saber cuando estamos forzando la goma más de la cuenta y cuando estamos cerca de derrapar, algo que no sucedía con la entrega anterior.

Pero es el trabajo de las suspensiones es el que realmente hace que el juego sobresalga. Comparemos a Gran Turismo con un bailarín, si los coches de la quinta entrega el título acusaban una rigidez que los hacía ingobernables una vez que habíamos estirado los neumáticos hasta su límite, en esta sexta conducir un Nissan de la GT Academy produce una sensación cercana a la de estar bailando un vals. Poca broma, la forma en la que el coche bascula en las curvas, la sensación que transmite al cambiar los pesos según la dirección que tomemos nos da la sensación de estar gobernando vehículos que responden con mayor precisión durante las curvas.

Hecho el trabajo plástico con la quinta entrega, Polyphony ha podido centrarse en lo que de verdad distingue a un simulador de otro en esta sexta parte: las físicas. Puede que la mejora de las suspensiones se celebre incluso más que el trabajo en el comportamiento de los neumáticos. La sensación que da esta primera demo, que permitirá a los que hagan mejores tiempos competir por entrar en la GT Academy, es que el estudio tiene al alcance de la mano la oportunidad de entregar el simulador más completo que se haya visto en esta generación que toca a su fin.