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Las compañías, interesadas en realizar más RPG

Hawken, Dirty Bomb y más
Por Víctor Junquera

Hoy me he despertado con una noticia en strategyinformer que me ha cogido con el pie cambiado. En el magazine digital, Avellone vertía las siguientes palabras con respecto al RPG y su relación con los kickstarter, a raíz de su Project Eternity

 

“Estos Kickstarter destinados al RPG han sido exitosos, han obtenido mucho más respaldo y soporte de lo que habíamos imaginado, y nos hemos dado cuenta de que los publishers han prestado atención a ello (…), hay compañías que se han acercado a nosotros con un “(…) no nos importaría explorar la idea de realizar un old-school RPG (…). ” Tenéis la declaración completa en strategyinformer.

 

Avellone expresa a continuación el desconcierto que le produce esta reacción, que ha llegado ante el éxito de los kickstarter en materia de RPG y, personalmente, a mí también. Con el auge de esta plataforma tuve la sensación de que la producción de videojuegos, de géneros que se escapaban del habitual first person shooter o de la acción, juegos demandados por un gran público, correría siempre de la mano de la financiación colectiva, sobretodo al descubrir como gente como American McGee o Double Fine habían comenzado a apostar totalmente por este formato de publicación. Sin embargo, esta sugerencia al creativo me ha sorprendido muy gratamente.

 

 

Las compañías que menciona Avellone, las que fueron hasta el desarrollador a mencionarle que quizás no estaría de más explorar la creación del RPG, no lo hicieron porque consideraran que fuera un género interesante, sino porque, como ellas mismas declaran: “(...”con esos costes, conllevan mucho menos riesgo que muchos de nuestros AAA (...)”. Durante la feria del E3 estoy seguro de que habréis escuchado y leído numerosos artículos acerca de lo que puede llegar a costar ahora el desarrollo de un título potente ¿os habéis parado a comparar la longitud de los títulos de crédito de un juego de Megadrive con uno de la actual generación? Sé que puede parecer una obviedad, pero los equipos de trabajo han aumentado una barbaridad, así como la inversión, pero esto no implica que los beneficios también lo hagan; de hecho, como no lo hacen, los estudios acaban hasta cabreados con el usuario. Recordemos las declaraciones post-E3 de Cliff Bleszinski en las que afirmaba que si no existía un retorno de la inversión no valía la pena meter tanto dinero en superproducciones. Oye, quizás tiene razón.

 

Ya no sólo al respecto del RPG, pero sí es cierto que es necesario combinar la producción de esos grandes títulos con otros que tengan su punto fuerte en las mecánicas y menos en la espectacularidad técnica. El auge de los indies tiene mucho que ver con esto, juego con menos presupuesto que tienen más fácil recuperar la inversión. Así Sony se ha afanado en fichar a la gente de Flower, poniéndolos a realizar un Journey y Japan Studios produce juegos como Rain. Esta generación hemos podido disfrutar también de juegos como Dark Souls o Demon´s Souls. No tengo datos acerca de cuánto ha podido costar su producción, pero es un título que ha apostado por las mecánicas y por aportar una personalidad propia. Sin dejarse los cuernos y sin ser un AAA, ha conseguido vender más de un millón de copias. Queda claro que es necesario cambiar el paradigma.

 

Así, la plataforma kickstarter da signos de haber funcionado como una especie de encuesta al usuario, “¿en qué estáis dispuestos a gastaros el dinero, chavales?”. Como en la moda, todo regresa, tras unos excesivos años 80 pasamos a la sobriedad de los 90 y de vuelta a ellos para que las tendencias de los 60 vuelvan a cobrar presencia. Quizás, tras una generación con la búsqueda de la espectacularidad gráfica por bandera, se hayan dado cuenta las compañías de la necesidad tan grande que tenemos de títulos espectaculares, sí, pero a otros niveles, más concretamente en esas mecánicas de las que hablaba, en las que los RPG son los reyes.

 

Aunque estas declaraciones sean sólo un comentario sin importancia, me encanta comprobar como los vientos arrastran sensatos síntomas de cambio, bravo.


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