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La teoría del caos en F1 Race Stars

Conducir es lo de menos
Por Jaume Esteve Gutiérrez

Resulta paradójico que las mecánicas de un juego de conducción no premien a los jugadores por su manejo al volante sino por el componente caótico de todo buen juego de karts: power-ups, golpes al rival y demás piedras el camino son la clave para triunfar en F1 Race Stars.

 

Hace unos meses, coincidiendo con la salida al mercado de F1 Race Stars y  Sonic & All Stars Racing Transformed, nuestro amigo Toni Piedrabuena se marcó un par de reflexiones acerca de un género que parece tonto pero no lo es: el karting. No voy a volver a repetir las incontables horas de diversión que nos han dado algunos de los clásicos Mario Kart pero me gustaría centrar el debate en otro punto.

 

 

Estas semanas estoy aprovechando las rebajas de PS Plus para darle bien duro a F1 Race Stars, un título que ya de primeras me llamó la atención por atreverse a dar un toque cómico al mundillo de la F1. El resultado final, desde la vertiente lúdica es satisfactorio: no os voy a negar que me lo paso bien jugando, que el título es agradable y que cumple con su objetivo. Pero hay un aspecto que me desquicia cada vez que entro al online: lo caótico de sus partidas.

 

Ya os aviso de antemano que no soy un experto en el género como el amigo Toni. De hecho, un servidor es más seguidor de la competición tradicional, tanto en títulos arcade como en otros de corte más realista y puede que en esta tradición se encuentre la base de mi prejuicio. Pero vayamos al grano, al caos del online de F1 Race Stars. No os voy a negar que mi nivel en el juego todavía no me da para conocerme los circuitos de memoria y aprovechar todos sus recovecos pero he llegado a la conclusión de que es una cuestión francamente peregrina porque al título no le importa lo más mínimo tu pericia al volante.

 

 

A cambio, F1 Race Stars apuesta fuerte por ese componente caótico del que hablaba. Power-ups que pueblan el circuito de trampas cada pocos metros, repetidos choques en pantalla que acaban con tu montura y te condenan a vagar por el circuito hasta la próxima zona de boxes. Tengo la sensación al cruzar la línea de meta de que en el resultado final de una carrera, sea bueno o sea malo, ha jugado un papel más importante el azar que mis decisiones como jugador. Ya no hablo, ni siquiera, de ser buen conductor, sino de lo acertado que haya estado en mi lucha contra los otros once oponentes. Un concepto en el que también ahondamos en nuestro análisis, hace ya unos meses.

 

Repito que un carca como el que esto escribe acostumbrado a la competición seria no le encuentre el punto al online de F1 Race Stars, pero no recuerdo en las partidas online de Mario Kart semejante desfase en el asfalto. Y hablamos de que el clásico de Nintendo también se basa en esa premisa que te da una rendija de esperanza para pasar de la última plaza a la primera en un suspiro, pero donde el jugador se queda con la sensación de que, si compite bien, se puede ganar un lugar entre los mejores de la carrera. Pero, repito, puede que mi problema es que no termino de pillarle el punto a F1 Race Stars. Seguiré dándome cabezazos contra la pared a ver si logro entender sus mecánicas al 100%.


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