No te dejes engañar: a veces somos gente repulsiva y vengativa. Si por muchos de nosotros fuera, arrastraríamos con nosotros a cualquiera de nuestros lectores al más absoluto de los infiernos. Infancias destrozadas por la película de turno que con el tiempo convertimos en culto y nadie sabe bien el motivo de ese nuevo status. El caso es que no, Super Mario Bros, igual que muchos otros intentos de películas basadas en videojuegos, nunca debería haber pasado de terrible error en forma de cinta por mucho que nos empeñemos y nos haga reír.
Puede parecer increíble, pero ya han pasado veinte años desde su estreno en salas de cine, y con el vigésimo aniversario se han organizado algunas actividades conmemorativas en las que se han invitado a algunos de los actores de la película y organizado proyecciones al aire libre en tierras americanas para recordar el esperpento. Algunos (no sé bien el motivo) se han empeñado en alzar la película en los totems sagrados del culto, y otros (tampoco sé sus motivos) lo están apoyando.
La relación juegos y cine es de lo más tonto y paradójico que nos ha dado el transmedia. Tonto y estúpido a cotas inverosímiles, y por mofa o burla, los propios jugadores damos alas a elementos que piensan que pueden seguir tratando a la gente que se sienta en la sala como si fuesen auténticos imbéciles. Algunos en 1993 pensaron que sería una gran idea lobotomizarnos durante más de 90 de minutos con una proyección surrealista que a día de hoy, más allá de los locos de la red de siempre, parece haberse borrado de la historia.
De hecho, ¿no resulta curioso el silencio de Nintendo alrededor del hecho? ¿No es extraño que no exista forma alguna a día de hoy de hacerse con una copia de la película de una forma más o menos fácil? Sabiendo que se han hecho y grabado proyectos de similares características y con resultados más o menos igual de pocos satisfactorios (te miro a ti, Van Damme), ¿a qué se debe que lo de Super Mario parezca una especie de tabú comparado con los Street Fighter o Mortal Kombat de turno? ¿Es ese halo de misterio lo que la convierte en una película de culto? Ahí hemos podido tocar hueso.
No, definitivamente Super Mario Bros pasará a la historia por ser una adaptación surrealistamente mal intencionada de un fenómeno que aguanta, incluso, a día de hoy en la actualidad videojueguil. ¿La hace más de culto palabras como las presentes? También puede ser, pero maldita sea, yo, al menos, ya os he avisado. Lo que hagáis a partir de aquí es cosa vuestra.