[Impresiones] Limbo para IOS
A estas alturas todos hemos oído hablar de Limbo, incluso muchos lo habréis comprado en Steam, XBLA o PSN. Es sorprendente como Playdead ha dado con un concepto tan sencillo a simple vista y tan complicado una vez nos adentramos. No es que Limbo sea un juego difícil en el que quedarnos atascados es el pan de cada día, sino que nadie nos dice nada. Aparecemos en un mundo monocromo en el que avanzamos en scroll horizontal, donde lo único que debemos hacer es ser conscientes de cuánto pasa a nuestro alrededor y qué debemos prever.
Limbo, desde su lanzamiento en el Xbox Live, ha dejado marca en cada jugador. Comenzamos como simples cobayas que corren por un laberinto, aprendiendo a base de ensayo y error. Solo que en este caso el error en morir. Así vamos aprendiendo a cada paso que damos, una trampa que activamos sin querer, una araña de la cuál no logramos escapar o un foso que se llena de agua y que no supimos adecuar para poder escapar para no morir ahogados. Así es Limbo, una aventura en la que recibimos una colleja cada vez que nos despistamos y no observamos el entorno. Quizá es lo característico del juego de Playdead, nos quita los colores, siendo aún así bonito, y nos obliga a estar atentos y aprender a observar. Dejad todas las distracciones que atacan vuestras vidas, los letreros luminosos de la calle, los ruidos de la gran ciudad, y observa, porque de eso dependerá que sobrevivas o mueras. Sí, así nos vamos a pasar gran parte de la aventura, muriendo ahogados, insertados en una estaca o triturados por una apisonadora hidráulica.
Esos pequeños gestos son los que han hecho de Limbo algo grande y amado por los jugadores. Un juego considerado indi (me perdone el compañero Spidey por el término) que ha logrado un éxito capaz de llevarlo de una plataforma a otra hasta llegar a los dispositivos IOS. Y zas, ahí encontramos un traspiés. Porque el juego continúa siendo una maravilla que anestesia cada dolencia producida por miles de títulos triviales, pero las tablet y móviles no terminan de cuajar con según qué mecánicas. Siempre hemos reconocido que lo que realmente hacen bien estos aparatos es adaptarse a géneros como la estrategia. Para que podáis entender mis atascos con Limbo, simplemente, el manejo con cursores y un botón de salto (¿sencillo, verdad?) es sustituido por un deslizamiento del dedo en la dirección en la que queramos movernos y mantenerlo pulsado ante un objeto para agarrarlo. Veréis, es un adelanto. Al menos no tenemos que imaginar unos botones en la pantalla de nuestro iPad para hacer a nuestro personaje moverse. Pero para este tipo de juegos todavía resulta impreciso.
Como os he comentado, en Limbo debemos estar atentos a lo que hay a nuestro alrededor y ser precisos en saltos para no caer a un abismo o escapar en el momento preciso de un enemigo. El control en iPad e iPhone aún no está lo suficientemente pulido como para sentirnos cómodos en títulos como Limbo. Aún así, uno se va adaptando y va jugando atraído por lo bonito que es todo y el reclamo de atención y observación que invade cada centímetro del juego. ¿Cuál será el siguiente paso en las tablet y smartphones para hacer que el port de estos juegos resulte fácil y cómodo para nuestras manos?
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