Debemos comenzar a ver a Kinect como un aliado
Es obvio que Kinect no es fruto del agrado de muchos jugadores, y que de hecho, si por ellos fuera, estarían fuera del blister de la Xbox One el día del lanzamiento para ahorrarse unos buenos euros. La cuestión está en que no hay nada seguro hasta que Microsoft venda la consola durante la próxima campaña navideña, ya que la metamorfosis política de la firma americana no deja indiferente a nadie en los últimos tiempos. ¿Qué más puede ocurrir? Nadie lo sabe a ciencia cierta.
No obstante, debemos asimilar que Kinect entrará en nuestras casas, si es que no lo había hecho ya, con la llegada de la nueva generación de consolas de Microsoft, y va siendo hora de pensar en buenos usos y clave en positiva para aceptar el nuevo miembro de la familia dentro de muy pocas semanas. ¿Qué mejor forma de entender qué ocurrirá a lo largo de las incesantes miradas que nos echará el aparato durante los muchos años de generación que con lo que nos tengan que contar las desarrolladoras? La primera en hablar ha sido Double Helix con Killer Instinct.
Los planes de la empresa con la cámara pasan por ofrecer opciones de configuración en los mandos y selección de personajes al reconocer nuestra cara. Más allá de lo rimbombante que queda el decir 'Kinect reconocerá nuestro estilo de lucha en Killer Instinct', la realidad es que la opción es algo menos que pobre, pero no por ello deberíamos encerrarnos en el hastío de la negatividad, y más teniendo en cuenta que ese camino de la comodidad y la auto-configuración podría convertirse también en uno de las funciones del accesorio más allá que la del propio juego.
Parece que todos aceptamos la ecuación de que Kinect significa prácticamente jugar en exclusiva con la cámara, pero no siempre debería ser así, y si a Microsoft y los distintos estudios les da por intentar buscar alternativas reales a la interfaz y a al uso cómodo de elementos más allá del propio mando que nos sirvan para agilizar nuestro uso del sistema, sin duda, podríamos estar ante un gran punto y un buen avance, pero para ello también hay que ir más allá de lo que conocemos en tiempos actuales.
A los jugadores no nos pagan por buscar funciones que deberían buscar los que nos venden el producto, pero creo que una visión más positiva hacia algo que vamos a tener que aceptar sí o sí tendríamos que ir buscando usos y comportamientos que sirvan, al menos, para facilitarnos su entrada. Para ello resulta capital dar una nueva visión al periférico más allá de la vaga idea que nos ha venido acompañando desde que fuese lanzado hace ya un par de años. El nuevo Kinect debe engatusarnos todo lo que no lo hizo la versión primigenia. Tienen faena.
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