IA2: Inteligencia Artificial contra Imbecilidad Humana

La nueva generación ya está aquí. Nos preocupamos por las nuevas formas de narrativa, por los escenarios abiertos, por la IA que nos deje creer en estos mundos, por nuevos modos on line que hagan evolucionar a la industria y por los argumentos sólidos que no den vergüenza ajena. Sin embargo, en medio de tanta preocupación nos olvidamos de un punto importante: ¿Qué tal somos nosotros como jugadores?

 

La penita de un Bethesda on line

Ya queda menos para que salga a la luz Elder's Scroll On Line en next gen, y como fan de la saga de toda la vida -bueno, vale, desde Morrowind-, puedo decir muy alto y orgulloso... Que con mucha penita de mi corazón, dudo que lo compre. Y no, no voy a dejar de comprarlo porque no tenga tiempo para jugarlo ni tampoco porque me de coraje esa cuota mensual que, si no recuerdo mal, rondaba los trece pavos. No voy a dejar de comprarlo porque considere que es malo, ni tampoco porque sea un cambio en la saga. Ná. El motivo de que no compre Elder's Scroll On Line eres tú, y tú, y tu... y, posiblemente, también yo.

 

 

 

Dudo que me haga con una copia de Elder's Scroll On Line porque me veo el percal y no me gusta. No me resulta difícil imaginar un reino de Tamriel plagado de kahjitas saltarines, draconianos practicando el sigilo en medio de la vía Séptimus, elfos lanzando hechizos en cualquier esquina libre e imperiales soltando tajos por aquí y por allí... Y lo peor es que no podré dejarme llevar por la furia ni hacer nada al respecto, porque las grandes compañías ya se habrán preocupado de desarmar el 'fuego amigo' y evitar que pueda robar a mis queridos compañeros. Ah, la libertad del juego on line... Llamadme romántico, pero imaginándome el panorama prefiero no mirar. 

 

De invasiones on line y cosas raras

Es triste, porque no lo tenía muy claro hasta este fin de semana. Después de echar las mejores y las peores partidas on line de las que he disfrutado nunca gracias a Watch Dogs, al final la cosa me ha quedado clara: No quiero cargarme mi visión romántica del mundo de Bethesda.

 

Este fin de semana he tenido el placer de jugar unas partidas alucinantes a hackeo en linea que me han hecho sentir casi como un agente de la resistencia de Sion en Matrix. Partidas brutales que me dejaron con ganas de más al día siguiente. Tal vez por eso, cuando el domingo di con la mayor panda de inútiles que me he echado a la cara en toda mi vida en el modo juego libre, me puse triste. Y entonces sufrí la invasión en línea... Y eso ya fue el 'se acabó'. 

 

 

Poneos en situación... Estáis hackeando un panel de control en un rascacielos para cotillear la vida de una madre soltera y decidir si quedaros con un tajo de su cuenta o no. Al salir, mientras programáis la lista de canciones para tener una buena lista de música con Machine Gun Kelly a la cabeza, os llega un aviso de invasión en línea. Venga, va ¿por qué no? ¿Será un humano? ¿Será una IA?... Entonces aparece un camión apartando al resto de los vehículos como elefante por cacharrería, de la cabina baja un tipo 'anónimo', pasa corriendo a tu lado, se esconde detrás de un coche y saca el móvil para hackearte... Y te quedas con cara de 'esto no puede estar pasando'. Te acercas a él en plan 'te estoy viendo, tío, y si no te casco es por pena pura y dura'. Tu contrincante sale corriendo, se lía a hacer parkour por todos los elementos del escenario dando vueltas cuan pollo 'descabezao', se sube a otro coche y desaparece por una esquina... Vuelve a aparecer a los pocos segundos por la misma esquina, ¡aparca a tu puñetero lado! y no contento con esto... ¡¡Apaga el motor para 'ocultarse'!! Entre nosotros, se merecía que le hiciese volar con un explosivo de proximidad. 

 

Nos queda mucho por aprender

El caso es que la 'experiencia' me hizo darme cuenta de que hay mil jugadores tan avispados como éste, y que seguramente me encontraré con muchos más en Elder's Scroll OL, lo que se cargará una franquicia que para mí es sagrada a pesar de Skyrim. En definitiva, ESOL ha perdido, al menos para mí, toda su magia. Agradezco que Sony esté tratando de evitar este tipo de situaciones con un H1Z1 que puede ser 'todo lo que los ususarios queramos que sea' con unos escenarios enormes en los que, afortunadamente, no coincidiremos con monigotes saltarines. Le doy un aplauso a Bungie por ese inventito del siglo llamado Destiny, que también nos va a evitar muchas situaciones vergonzosas.

 

 

Y aún así, me da lástima que sean las compañías las que tengan que buscar formas de esquivar nuestra estupidez -la de algunos, quiero decir- como jugadores on line. Ya hace mucho que hablamos de la diferencia entre usos sociales en la vida real y buenos modales en red, pero tal vez sea hora de volver a sacar el debate y decir que se acabó lo de ir como perras a por el enemigo dando saltitos por el camino. Vamos a guardar las formas, aunque sólo sea un poquito, y a hacer del online una experiencia grata para todos. Y si no... Os advierto de que aún me quedan explosivos en la guantera de mi buga en Chicago. 

 

¡Nos leemos!

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