Hombre o mujer en Assassin's Creed Valhalla: repaso gafapasta a Havi, Eivor y el lore de la Snorra Edda
Assassin's Creed Valhalla se ha convertido en uno de mis juegos favoritos de 2020 y una excusa perfecta con la que empezar la nueva generación en Xbox Series X/S o PS5. El nuevo episodio de la saga que comenzaría Patrice Désilets con el primer Assassin's Creed en 2007 se reinventa en muchos aspectos y toma lo bueno dejando fuera lo malo para dar un nuevo paso en la franquicia.
Comulgando con el terreno
Una de las cosas que más me ha sorprendido de Assassin's Creed Valhalla, tal y como podéis leer en el análisis, es cómo nos invita a relacionarnos con el terreno y los vastos escenarios. El tema de la dualidad de género, de cómo el juego te invita a ser hombre, mujer o ambas cosas según la estabilidad del animus, queda explicado al avanzar en tu aventura y descubrir localizaciones más allá de Noruega, Inglaterra y la propia Midgard, tierra de los hombres... y las mujeres.
Tras mejorar el asentamiento de Ravesthorpe en Inglaterra, el Clan del Cuervo recibe la visita de Valka, adivina, oráculo, sabia y líder religiosa del clan en su asentamiento en Noruega. Valka, amiga de Eivor y entrelazada con el destino de la guerrera desde su infancia, invita a nuestra heroina a entrar en contacto con el mismísimo Odin a través de una poción que nos lleva a visitar Asgard en forma de visiones. Sin necesidad de usar el Bifröst, Eivor encarna a Havi en el mundo de los Aesir. Un giro argumental que establece los pilares de la dualidad de género y que pasa de la documentación histórica a la literaria al tomar varios pasajes de Snorra Edda para que vivamos de primera mano los distintos acontecimientos narrados por Snorri Sturluson en su antología y que repasan el nacimiento de Fenrir y otros hechos relacionados intimamente con la tradición nórdica.
De esta forma, Assassin's Creed Valhalla mezcla personajes, historia, poesía, religión, literatura y mitología creando un argumento que justifica no sólo el género de nuestro personaje, sino también la forma en que se relaciona con los mundos y localizaciones que visitamos a lo largo de su periplo. Midgard, Asgard y Jotunheim se convierten así en escenarios con distintos objetivos e historias, incluso con distinto protagonista, lo que sirve para entender las necesidades de cada mundo y para vivir la aventura a ritmos diferentes adaptando la jugabilidad y el discurso de juego a lo que necesita en cada momento para contar su historia.
Snorra Edda y el lore de Assassin's Creed Valhalla
Resulta interesantísimo -y estoy deseando ver todo esto reflejado en el modo Discovery Tour- cómo el equipo juega con la historia y la mitología para crear un todo compacto que permite la presencia de seres fantásticos. Todo ello sin renunciar al rigor histórico visto, eso sí, desde el punto de vista de la actualidad y sus particulares prismas. Por un lado lo real, lo tangible, la presencia de los vikingos en el viejo mundo y sus conquistas a lo largo de la costa llegando a Gran Bretaña y, posteriormente, al nuevo mundo. Por otro, el canto de los aesir, de la tribu de dioses de Asgard en la piel del Padre del Mundo tomando distintos momentos emblemáticos que por llegar han llegado hasta al cine de la mano de Disney.
Es en esta parte más fantástica donde cobra especial importancia el Snorra Edda. Una antología literaria formada por una serie de escritos, poesías y versos formales que en el siglo XIII dieron forma al concepto de la mitlogía nórdica que tenemos en la actualidad. Snorri Sturluson, poeta, político e historiador, se apoyaría en una serie de poemas skaldos y distintas fuentes históricas para reunir en tres libros todo el saber sobre la mitología nórdica recopilándolas en la Snorra Edda o Edda de Snorri. Esta antología junto a su otra obra, Heimskringla, inspiraría según algunas teorías al Cantar de los Nibelungos y la famosa ópera de Wagner que refleja el cantar germano. Una serie de inspiraciones que llevarían a Tolkien a escribir su famoso Señor de los Anillos basando a Gandalf en la figura del mismísimo Odin y sus múltiples nombres... Y a Disney a contratar a Chris Hemsworth para alegría de los fans de Marvel.
La importancia de los nombres
La importancia de los nombres se hace patente en la elección de su protagonista. En Midgard, Eivor es un nombre femenino que tiene un triple significado según su raíz semántica: Buena suerte, Cuidadora de la Isla y Defensora. En Asgard, Eivor recibe el nombre masculino de Havi, el Altísimo, uno de los múltiples nombres de Odin. Pero eso no es todo, también destaca la importancia del Clan del Cuervo como alusión directa a los cuervos del Dios Tuerto, Hugin y Munin, de los que Synin, el cuervo de Eivor, parece ser un descendiente. O el hecho de que en Midgard Eivor sea conocida como la Matalobos o la Besada por los Lobos, una alusión a la cicatriz que luce en el cuello y a dos de los nombres de Odin: Bàgi ulfs y Vàöi Vitnis. Enemigo de los Lobos o Ruina de los Lobos. Pero... ¿Por qué tanto lobo?
Todo el tema de los nombres y la recurrencia de los lobos viene a colación de la profecía que anuncia la muerte de Odin. El gran lobo Fenrir, hermano de Hela, la diosa de la muerte, y su papel como desencadenante del Ragnarok. Cuando sus hijos Hati y Sköll devoren al fin la luna y el sol y Fenrir marche junto a su... ejem, padre contra los Aesir. La creación de la cinta Gleipnir, el nacimiento de Fenrir, Yggdrasil y los cuatro ciervos: Dàin, Dvalinn, Duneyrr y Durapror, el Jabalí Gullinbursti... Assassin's Creed Valhalla recoge algunos de estos pasajes del Snorra Edda profundizando en una mitología con muchos elementos aún desconocidos y abriendo el apetito por su modo Discovery Tour y el reciente Inmortals: Fenix Rising. Una forma tan rica de saber más como lo eran el siglo pasado películas como Furia de Titanes o Jason y los Argonautas, y que a día de hoy parecen haber dejado paso a sentir la misma emoción en los videojuegos.
¡Nos leemos!
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