Go! Go! Kokopolo, jugando a ser Benny Hill a zarpazos

Go! Go! Kokopolo es un particular juego de Nintendo 3DS que hace suya una particular premisa. ¿Recordáis Benny Hill? ¿Os acordáis de aquellas carreritas a cámara rápida en las que el protagonista era perseguido por todo el reparto del sketch? Pues eso mismo es este videojuego. Vestido con una estética de 16 bits, nuestra tarea es recorrer escenarios de corte laberíntico, golpear con un zarpazo a un enemigo, provocarle al hacerlo y echar a correr siendo perseguido por él. Si encadenamos varios enemigos nos seguirá una panda mayor, ¿y cuál es nuestra tarea tras esto? Llevarlos hasta una planta carnívora que se los zampa. Y al hacerlo avanzamos de nivel.

 

La mecánica se mantiene, haciéndose fuerte Go! Go! Kokopolo en la manera en la que transforma sus escenarios nivel a nivel para sorprendernos. A medida que avancemos nos encontraremos con rápidos acuáticos, señales de stop y determinados elementos que frenarán a acelerarán nuestros pasos. La clave del juego, y eso lo hace muy bien, es obligarnos a saber a cuántos enemigos a la vez nos conviene enfurecer, qué ruta es la mejor para nosotros y a estar pendientes de la velocidad de los enemigos que nos persiguen, pues unos son más rápidos que otros.

 

 

Pero Go! Go! Kokopolo no es perfecto y comete un gran pecado: contar con un control impreciso a veces, rígido y poco flexible que hará que nos sintamos torpes. El diseño de sus corredores de limitadas direcciones y el uso de una estética de 16 bits le lleva a eso, lo que quiere decir que muchas veces erraréis en ese golpe de gato para enfurecer a vuestros enemigos o en los saltos. Este título necesita mucho aprendizaje, paciencia, ensayo y error.

 

Sin embargo, esta exigencia acaba haciéndose agradable partida tras partida, convirtiendo ese sencillo combate en el activador del inicio del puzzle, y que de paso explica, en su torpeza, que nuestro gato no puede combatir, solo huir.

 

Go! Go! Kokopolo es un videojuego ideal para jugar a ratitos, para tener en tu Nintendo 3DS y disfrutar en ratos muertos. Le falta un poquito de variedad en en sus mecánicas para enganchar o tener un juego más activo para lograrlo. El estilo gráfico, que es adorable, se hace en ocasiones demasiado genérico, pero con todo sabe ser lo que pretende: un buen entretenimiento que evoca y emplea lo retro para darnos una experiencia arcade que mezcla puzzles y acción. Ni más ni menos.

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