1. Mundogamers
  2. Noticias

En principio, nada de Dreams para 2017

La nueva apuesta de Media Molecule es alta
Por Adrián Suárez Mouriño

Ayer apareció un trailer en el que Sony sacaba pecho con sus juegos exclusivos para 2017 pero en el vídeo aparecián dos cuyo lanzamiento se ha desmentido que será en 2017: el Detroit: Become Human de Quantic Dream y el Dreams de Media Molecule. Además del parecido en los nombres, estos títulos tienen mucho que demostrar de sus respectivos estudios. Quantic no ha acabado de satisfacernos con su último Beyond Two Souls, un videojuego excesivamente lineal y en el que decididr importaba menos de lo esperado, y Media Molecule no acaba de entregar un título de creación absolutamente trascendente.

 

 

Dreams me ha interesado desde el primer momento en el que lo vi. Little Big Planet siempre me ha dejado a medias con su propuesta, tanto por su sistema de plataformeo como por la manera de esquivarlo para crear otras estructuras jugables paralelas. Dreams me ha parecido en su presentación como la apuesta del estudio de pasar por encima de ello, de ofrecer un sistema de creación que oculta sus límites con la construcción de mecánicas plenas y con la intención de dejarte formular experiencias plenas, a diferencia de otros juegos de creación.

 

Por poner un ejemplo, Super Mario Maker deja crear instantes jugables pero no experiencias plenas, ¿y por qué? Pues porque jugar a Mario consiste en disfrutar nivel a nivel, aprendiendo y dejando que los escenarios crezcan a través de la experiencia que acumulamos. Le pasaba algo similar a lo construido con Little Big Planet, más complejo que la obra de Nintendo pero también constructor de instantes divertidos pero no de dar esas experiencias plenas con principio y final.

 

Al final, Dreams parece un constructor de algo similar a lo que nos entregan las producciones de desarrollo independiente: títulos cortos, intensos y con fundamento, pudiendo ser producidos por la comunidad. Dreams puede ser no un hacedor de niveles o de retos, sino de eso: experiencias. Planteándolo así es perfectamente normal que el juego se retrase o tarde mucho en llegar, imaginaos lo difícil que tiene que ser reducir un Unreal o un Unity para transformarlo en un videojuego, que sea divertido, controlable y atractivo.

 

 

Si Dreams funciona puede acabar siendo la lanzadera de nuevos autores, puede permitirnos sumergirnos en una batería de experiencias experimentales y de crear las nuestras propias, siempre con limitaciones, claro. El problema llega, de nuevo, al barajar qué limitaciones se ponen sobre la mesa para que sea un juego y no un motor de desarrollo, qué se ofrece y cómo, cuestiones que harán que el videojuego puede que acabe llegando en 2018, si llega, porque la verdad es que la idea me parece tan interesante como difícil de ejecutar. Buena suerte, Media Molecule, y ojalá el desmentido de Yoshida quiera decir solo que no tienen claro qué día de este año lanzarlo, ojalá, pero no olvidemos que su beta se ha retrasado para este año y todavía no sabemos nada de ella.


<< Anterior Siguiente >>