El mejor juego de 2019 va a ser difícil de elegir

El mejor juego de 2019... uf... va a ser algo complicado de elegir. En pleno año pre-transición, mientras se otean en el horizonte, cuán épicas criaturas, PS5 y Xbox Scarlett, el catálogo del videojuego está más sano que nunca. Y no sólo sano, sino además recibiendo unas bestias pardas que van a hacer que el tema de los GotYs este año vaya a estar complicado. 

 

 

Qué buen año se está quedando

Que sí, que ya sé que estamos en septiembre aún, pero con dos tercios del año ya cumplidos y enfrentando una etapa de excesos este último cuatrimestre, ya da para hacer resumen de lo que llevamos, que no es poco. Sin tirar de hemeroteca y sólo de memoria tuvimos un Kingdom Hearts III al que ahora todo el mundo le hace ascos pero bien que nos convenció de salida. Un aperitivo al que pronto se le uniría Metro Exodus, interesante bombazo renovando la saga, y poco después un Devil May Cry V que nos voló la cabeza a más de uno y más de dos con una jugabilidad a la altura de su aspecto gráfico, su historia y sus nuevos personajes. 

 

No voy a hablar de notas, cada uno con el número que quiera poner a sus juegos, pero ahí están para el recuerdo los momentos pasados con Sekiro: Shadows Die Twice y ese pique por los foros para ver cómo matar a ese o aquél monstruo. Grande From Software, mucho más que EA ese Anthem que nos enamoró por muy poquito tiempo, antes de que empezaran sus problemas.

 

No obstante, para grande, grande, A Plague tale Innocence. Una joya de esas que desentierras en la arena con todo tan cuidado y tan bien hecho que estamos locos por ver qué vendrá a continuación. Buen doblaje, mimo en todos sus aspectos y una vez más la demostración de que estudio pequeño no significa mal juego ni por 'asobo'... ¿Pilláis el chiste?

 

 

Firmo por otro año igual 

Me exprimo las neuronas para recordar y me viene a la mente The Division 2, que puede que a nivel personal me dejara por debajo del 1 pero que sin duda conquistó y arrasó entre los usuarios. Sin pena ni gloria, al menos para el gran público pasaron Far Cry New Dawn y Generation Z, aunque tras varios ajustes se quedaron en grandes experiencias para quienes tengan un rato libre y disfrutamos con ese tipo de esperiencias. Mejor parado salió Rage 2, y de la misma Bethesda las gemelas Blazko en Wolfenstein con una experiencia de juego tan frenética como demoledora. 

 

Otro que se aupa a mi lista de GotYs aunque no sé de dónde sacaré sitio es Judgment. SEGA vió, tradujo y subtituló, consiguiendo las mejores ventas en años de un juego de Yoshihiro Nagochi por estas tierras. Un imprescindible sin lugar a dudas, casi tan entrañable como otro grande de verano: Dragon Quest Builders 2, el caramelo más agridulce de este año que hace tanto y tan bien que todavía me encoge el corazón de cosas buenas al recordarlo.  

 

 

Pim pam pum

Siguiendo la lista tenemos APEX Legends, que me tuvo liado un par de semanas y a algunos aún no los ha soltado. Lo mismo podemos decir de Days Gone, cuya comunidad ya lo ha alzado como de lo mejorcito aunque no todos estemos de acuerdo. Y no puedo terminar este texto sin hablar de todo lo gordo que ha llegado hace poco: el Control de Remedy que incluso con su doblaje se hace amar, Remnant from the Ashes, un monstruaco de maneras humildes, y un Blair Witch que aunque optimizado con un Spectrum marca un camino que se ve prometedor. 

 

Y mientras, el crescendo de una Microsoft que parecía dejada ha sabido sumar puntos abriendo boca con un divertido aunque mejorable Crackdown 3 y, la guinda de este postre que va de menos a más: un impecable Gears 5 que demuestra, al fin, que a Xbox todavía le queda mucha guerra por dar. El regreso de los Gears con prota molona y luchadora ha dejado bien alto el pabellón de los exclusivos a la espera de ver cómo continúa la cosa con lo bueno que ha de llegar.

 

 

Oteando el horizonte

Me dejo mil juegos por mencionar: Astral Chain, Ace Combat 7, GreedFall, Blasphemous, Borderlands 3... pero quiero centrarme en lo que viene por el horizonte y que demuestra que aún queda mucho por discutir en lo que a juego del año se refiere. Microsoft juega la baza multi con dos multiplataformas que llegarán gratis a Xbox One: Watsteland 3 y, más esperado aún, Outer Worlds. Una baza que se promete memorable sobre todo con el regreso al fallout style de Obsidian. Sony no se queda atrás y sigue alimentando el hype con Death Stranding, el venerado regreso del mesías a la Iglesia Kojimesca. 

 

Y mientras, ahí seguimos esperando títulos que se prometen gordos como Ghost Recon Breakpoint, Call of Duty Modern Warfare, Shenmue 3, Medievil, The Surge 2, The Legend of zelda: Link's Awakening, el remaster de los gloriosos cazafantasmas en Ghostbusters: The Video Game Remastered y tantas cosas buenas que uno ya se hace la picha un lío y es incapaz de recordar qué más nos queda por ver este año.  

 

2019 sigue el aumento de los últimos años y se promete, una vez más, un año de locura para el videojugador. Elegir mejor juego del año va a ser difícil, más que robarle la dentadura a la abuela, pero ojalá más años difíciles, tanto o más que este, que demuestren la buena salud de la que sigue gozando nuestra afición.

 

¡Nos leemos!

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