1. Mundogamers
  2. Noticias

El FPS evoluciona y sigue gozando de buena salud

Battlefield 1, Doom y Wolfenstein 2 lo demuestran
Por Rafa del Río

Me gusta disparar. Me gusta la rutina de elegir rifle de francotirador, apuntar con el gatillo izquierdo, guardar la respiración y ver cómo mi enemigo cae al otro lado del escenario de combate con una bala entre ceja y ceja. Disfruto cuando las balas silban a mi alrededor, arrancando pedazos con sus mordiscos ardientes a la frágil cobertura que me separa de la ignominia del respawn. Me siento vivo cuando la pantalla está en blanco y negro, el sonido se embota y sé que me quedan escasos segundos para decidir si ocultarme y esperar a estar recuperado o eliminar a ese francotirador que tengo casi, casi en elpunto de mira. Porque sí: me gustan los shooters. 

 

Desde los vagos inicios de Gunsmoke, Operation Wolf, Wild Gunman o West Bank hasta los intentos más atrevidos de Cabal y posteriormente los primeros Medal of Honor, Battlefield y Call of Duty, sin olvidar al maestro, Wolfenstein 3D, y a los que atesoraron sus logros como pioneros bajo el nombre de Star Wars: Dark Forces, Duke Nukem 3D, Shadow Warrior o Quake y Doom junto a los que empezaron a cambiar las cosas con nombres como Half-Life o Fallout 3.

 

shooter 1

 

Un género inmortal

Me encantan los shooters en primera persona, bueno, y en tercera también. Este verano he podido cumplir dos sueños de jugón que tenía hace tiempo: el primero, jugarme del tirón y a modo de maratón toda la saga Gears of War, Judgement y Ultimate incluidos, con mención especial a ese Gears of War 4 al que estoy jugando poco a poco porque no quiero que la experiencia termine. 

 

El segundo sueño ha sido recuperar muchos de los FPS que jugué en su momento y disfrutar de nuevo sus modos campaña viciándome al máximo en su inmersión y dejando a un lado las búsquedas de coleccionables o partes de armas para, a posteriori, compararlos con los FPS de esta nueva generación y ver cómo han cambiado las cosas. Entre los elegidos están Battlefield Bad Company 2, Call of Duty World at War, Medal of Honor: Airborne, y, de paso, Battlefield 1943, Call of Duty 4 Modern Warfare y Battlefield 3. Y oye, los estoy disfrutando, pero la evolución se nota

 

wolfenstein 2

 

Clásicos rejugables

Tras volver a jugar a uno de los primeros FPS de xbox 360: Call of Duty World at War, y a uno de los Battlefields que más me gustaron en su momento: Bad Company 2, debo reconocer que me ha sorprendido lo bien que se siguen viendo y lo bien que siguen funcionando a día de hoy en Xbox One. Me esperaba un cambio más impactante, pero lo cierto es que siguen siendo perfectamente jugables en lo que respecta a su aspecto visual.

 

Ojo, también se siguen disfrutando igual en lo que respecta a la jugabilidad en sí, pero aquí hay cosas que han cambiado: Lo primero es el tema de la distribución de botones. Acostumbrados al ataque melé con el stick derecho y a esprintar con el izquierdo, la cosa cambia. En algunos de los títulos clásicos nos encontramos con cosas como tener que usar el gatillo superior derecho o el botón de función B/círculo para golpear, o el uso del gatillo superior izquierdo para el sprint. Modo agacharse pulsado, lo que en consola es incomodísimo, y algunas cosas como la imposibilidad de trepar llaman la atención a quienes estamos acostumbrados a los FPS actuales. 

 

battlefield 1p

 

La evolución de los nuevos tiempos

Después de jugar a los títulos mencionados, poner en la consola Star Wars Battlefront, Wolfenstein The New Order o Battlefield 1 es espectacular. Por un lado tenemos la franquicia de Disney en manos de una EA que ha sabido darle a sus especialistas de DICE todo lo necesario para crear momentos espectaculares. En este caso el FPS se centra por entero en el modo online y la posibilidad de revivir momentos de la saga de George Lucas desconectados entre sí y que se alimentan de nuestra memoria con los sonidos, el aspecto y las sintonías de las películas a las que se le une un juego fluido con gran cantidad de armas y añadidos. 

 

Algo parecido pero diferente pasa con la acción guiada y para un solo jugador de Wolfenstein Old Blood y The Nerw Order, que ofrecen esos escenarios amplios por los que ir moviéndonos un poco a nuestro antojo y que incluyen la posibilidad de usar el sigillo. Una de las grandes demostraciones de esta nueva generación de FPS es precisamente esta: la posibilidad de decidir entre atacar de frente, aprovechar el sigilo o pasar sin atacar al enemigo hasta el próximo punto de control. Algo que antiguamente se forzaba para crear la narración y que a día de hoy suele recaer en manos del jugador. A su lado tenemos la apuesta por la acción pura y frenética junto a la recuperación de los botiquines y el medidor de salud, que siempre es bienvenida.

 

Sin embargo, si uno me ha sorprendido al compararlo con los FPS de la anterior generación, éste ha sido Battlefield 1. Titanfall 2 supo innovar con todo el tema del Titan y nuestra interacción con su increíble agilidad, Destiny añadió todo ese componente de share open world, y Overwatch se sacó de la manga eso del hero shooter que ahora todo el mundo copia porque oye, vende de lujo. Sin embargo, la gracia de Battlefield 1 está en que innova sin innovar, recuperando los elementos de los primeros FPS y respetando algunos modernos para dar como resultado un juego que es, al menos para mí en este momento, la demostración de la epicidad que puede llegar a alcanzar el FPS actual. 

 

battlefield 11

 

Battlefield 1 es moderno: permite el sigilo a voluntad, integra el uso de vehículos en la misión y añade cosas como la regeneración de salud y la movilidad moderna que permite trepar, deslizarnos por el suelo y demás técnicas de nueva generación. Pero a su vez, esconde el espíritu de los primeros Medal of Honor y los primeros shooters de  fin de milenio con una historia que se va contando en capítulos y en la que los eventos in game van adaptándose a lo que jugamos haciendo que gran parte de la narración recaiga sobre lo que nosotros mismos experimentamos en el juego pero sin recaer en lo orquestado para la ya clásica narrativa emergente del modo online.

 

En definitiva, parece que al margen de los nuevos géneros que aprecen amparados en el marco del FPS y que dan a luz a juegos como Destiny 2, Overwatch, Prey, Fallout 4 o Dishonored 2, el género en sus formas más clásicas sigue teniendo el futuro asegurado gracias a títulos como Battlefield 1, el próximo Wolfenstein 2: The New Colossus, o la promesa de campaña de Star Wars Battlefront 2. Títulos que incluyen novedades y hacen hincapié en sus modos onlines, pero siguen respetando en mayor o menor medida estra herencia del FPS. Y oye, son buenas noticias para los que aún disfrutamos con la sensación de poner un juego y dedicar unos minutos a la caza de enemigos arma en ristre mientras nos cuentan una historia a modo de película.

 

¡Nos leemos!


<< Anterior Siguiente >>