1. Mundogamers
  2. Noticias
  3. PC

Diablo III para Nintendo Switch, un port con el que no se puede pedir más

All in
Por Julián Plaza

A pesar de que el ambiente está caldeado debido a la Blizzcon, hoy toca hablar bien de Diablo. Mientras seguimos sin poder celebrar una cuarta parte a todas luces en desarrollo, sí que tenemos la oportunidad de volver a mencionar Diablo III, un clásico que llega a otra plataforma más y que lo hace de la mejor manera. No solo demuestra que los seis años que acumula a sus espaldas se llevan de maravilla, sino que el traslado a la sobremesa portátil de Nintendo le sienta como un traje a medida. Es otra manera de jugarlo, y qué manera.

 

Como viene siendo de rigor, empezaremos con las cifras. Con la consola conectada al dock se mueve a unos 960p que, pese a no ser los 1080p que algunos podríamos esperar, muestran un detalle más que solvente en entorno y modelados, solo quitando algunos dientes de sierra muy puntuales y siendo pejigueros. De la mano acompañan unas 60 imágenes por segundo que no se resienten en ninguna situación, ni cuando el campo de batalla se llena de enemigos y efectos a diestro y siniestro, algo bastante habitual en este juego. Es verdaderamente sorprendente esto último, hablamos de una fluidez sensacional.

 

 

Diablo


Por las características propias de la pantalla en el modo portátil, el juego con Switch en las manos pasa a los 720p manteniendo el framerate. Lo único a criticar aquí es que no se haya adaptado el tamaño de la fuente, un poco pequeña en algunas descripciones de objetos, pero por lo demás se trata de la experiencia sin recortes trasladada a un hardware que podemos llevar con nosotros. Es de recibo mencionar que el genial doblaje al castellano con el que se localizó debe descargarse aparte, con un pack gratuito de unos 5GB que el mismo menú nos baja de la eShop.

 

En cuanto al control llega con una distribución prácticamente idéntica a la del resto de consolas, con sus pros y contras comparada con los PC. Aquí el mapeado es fijo, cuentas con autoapuntado y con control a través del stick direccional (con el derecho, además, ruedas) mientras que en el teclado cada uno se organiza como quiera. Personalmente me quedo con el manejo con mando, aunque sé que Diablo III no se concibió originalmente para jugarse así. En todo lo técnico se trata, pues, de un port que roza la excelencia, y que combinado con las características propias de Switch nos da otra manera más de disfrutar de esta larguísima aventura.


Diablo

Detallitos como este hay varios, aunque no sean más que estéticos

 

Una que como ya sabréis viene con todo el contenido adicional incluyendo Rise of the Necromancer, lo que resulta en una barbaridad de horas de juego. Como caramelito muy a tener en cuenta, Diablo III Eternal Collection habilita el cooperativo local, incluso en una misma Switch, con el control perfectamente adaptado a un único Joy-Con. Vamos, que si tenéis por ahí cuatro controladores pequeñines podéis lanzaros a completar la historia en compañía a poco que tengáis una sola copia del juego. El online también se las trae, y para bien, porque encuentra compañero rápido y porque además no sufre problemas de latencia.


Poco, por no decir nada, hay que achacarle a esta versión. Tal vez me hubiese gustado que la armadura de Ganon fuese más una nueva clase que un skin, pero ya estoy hilando muy fino. En el rendimiento, la calidad de la adaptación, las posibilidades jugables que incluye y el torrente de contenido que trae, tanto si llegáis aquí de vuelta -ojo, si sois de esos sabed que el Modo Aventura viene desbloqueado desde el principio- como si acabáis de aterrizar en Nueva Tristán, Diablo III para Switch es una opción idónea para lanzarse a un videojuego que, haciendo honor a su edición, no siente el paso del tiempo.


<< Anterior Siguiente >>