Dark Souls II y III conectan con una pluma, una heraldo, un rey olvidado y una criatura de plumas negras
Entre Dark Souls II y Dark Souls III hay una hermosa conexión en forma de pluma. En la secuela, un misterioso personaje se encarga de que nos hagamos más fuertes. Se trata de la Heraldo de Esmeralda. Usa una pluma para conseguirlo. En Dark Souls III nos enfrentamos al humano o semi Dios que con más fervor defendió a los dragones, tanto que hasta construyó un refugio para ellos y permitió a los seguidores de estas criaturas que continuarán con su credo en su Pico del Archidragón.
El Rey sin Nombre vuela sobre su poderoso draco, y este tiene plumas. Aunque este personaje sea el hijo de Gwyn, también lo es de los dragones, pues el deseo de que sobrevivan lo apadrina y se siente cómodo como hijo de ellos. Con esta interpretación, leemos la descripción de la pluma de Estentia, esa que lleva la Heraldo en Dark Souls II: ‘el hijo del dragón, aisladodel mundo, imaginó un mundo de infinitas posibilidades con la simple visión de una pluma.’
¿Ese aislamiento se refiere al Pico del Archidragón? ¿De una forma metáforica esta pluma habla del Rey sin Nombre, auténtico heredero de la voluntad de los dragones? ¿Ese mundo de infinitas posibilidades se refiere al que conduce la práctica del camino del dragón? A mí me gusta pensar que sí.
Analizando la forma de su criatura alada, vemos que las alas del wyvern son negras, negras como los cuervos de Velka, personaje que mantengo que es la esposa de Gwyn y, por lo tanto, madre del Rey sin Nombre. Una teoría que barajo, y que recojo en un fabuloso libro, es la conspiración de este personaje con los dragones y las serpientes primordiales para producir la caída de los dioses y la llegada del hombre; es decir, de los seres pecaminosos. Este ser que monta puede ser una evolución de estos dragones empapados por el pecado que representa Velka, una adaptación de los mismos dragones a un mundo humano.
Y todo habría comenzando con la creación de una mujer, de la Heraldo, que en principio quería poner fin a la maldición del no muerto que asola el reflejo detenido del mundo: Drangleic.
En fin, hermosa serie esta de Dark Souls y hermosas son las teorías y lecturas que se pueden extraer de disfrutarlos. Siempre me ha gustado creer que esa supervisión que se le supone a Miyazaki en Dark Souls II le ha servido para recoger ideas de esta secuela y trabajar con ellas.
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