Cámaras, headsets y otras cuentas de la vieja en el precio de PS4 y XOne

No es cuestión de potencia ni de marca. Tanto Microsoft como Sony sabían que no podían subir mucho el precio de sus nuevas consolas, que no se podría volver a repetir aquel five hundred and ninety-nine US dollars. Y aún así, Microsoft decidió ir a por los 499€, un precio en parte razonable contando con unos 400€ de consola y un Kinect prácticamente obligatorio. Sony quedaba bien horas más tarde anunciando su consola a 399€, pero todo era una maniobra de última hora, algo para ganarse el favor del público, algo que consiguió.

Hoy, sale a la luz vía IGN que los 499€ también estaban en la mente de Sony para PlayStation 4, pero la reacción del público obligó a hacer recortes de última hora para conseguir todo un golpe de efecto contra Microsoft y su Xbox One. ¿Cuál fue la principal víctima? PlayStation Eye, la cámara que nos anunciaron como uno de los puntos fuertes en el PlayStation Meeting de febrero, junto al detector luminoso del nuevo Dual Shock 4.

Parece razonable. Viendo el historial que han tenido Kinect en Xbox 360 y PlayStation Move en PS3, van a tenerlo muy difícil para hacer que el jugador vuelva a entrar por ello en la nueva generación si no es de forma obligatoria, y eso es exactamente lo que ha hecho Microsoft con Xbox One. Desde luego, One parecería una consola mucho más atractiva por 399€ aunque no incorporase Kinect, pero no nos darán la opción. 499€ con un Kinect obligatorio para disfrutar de una experiencia de salón completa es la única oferta, pero gracias a esa obligación el jugador se verá sí o sí dentro del uso de comandos de voz y gestos para un control híbrido.

Con esta premisa, seguro que oiremos hablar mucho más de los añadidos al control vía Kinect que de las posibilidades adicionales vía SmartGlass, de la misma forma que en Wii U todos los juegos van a hacer uso de la segunda pantalla, porque es en lo que quieren basar la experiencia y no en añadidos que acaben costando al jugador mucho más. ¿Conexión entre PlayStation 4 y Vita para Off-TV? Ligeramente más caro que una Wii U con todo incorporado.

De aquí vienen pros y contras, desde luego. Ponernos a hacer las cuentas nos lleva a pensar en por qué escatiman unos cuántos céntimos en incluir un headset o no, pero a la hora de la verdad, la etiqueta de precio acaba importando mucho más que el contenido de la caja.

Al principio de esta generación se decía que la diferencia de precio entre Xbox 360 y PlayStation 3 estaba en el reproductor de Blu-Ray de esta última. Pero también hay que recordar que a cualquiera de los packs había que sumarles extras en forma de cables, kits Carga y Juega y demás. En esta generación, los 100€ van a ir marcados únicamente por un sensor de movimiento. Visto así, la decisión está clara, que le den a Kinect que con esos 100€ me compro casi un par de juegos.

Pero no incluir esa cámara en el pack básico va a generar una división tanto a la hora de público como a la hora de desarrollo, y en Sony lo saben. Al relegar al PlayStation Eye a algo opcional, lo han convertido en un accesorio que desequilibrará el desarrollo de software. Primero tendrán que proponer una oferta atractiva de títulos compatibles para que el público acepte el periférico y haya más posibilidades de seguir desarrollando para él, o para llegar al control híbrido que ofrecerá Xbox One, y sin PSEye, el Dual Shock 4 perderá sus funciones de PlayStation Move y la luz de la parte superior no será más que un adorno.

Pero a pesar de todo, Sony ha conseguido lo que buscaba. Con cámara o sin ella, ha conseguido que los futuros usuarios entren en el escalón psicológico de los 100€ de diferencia y, además, ofreciendo una mayor potencia según las tablas. ¿Qué habríais preferido? ¿Sentís que le falte algo a PS4 sin Eye o que Kinect valga realmente esos 100€ de diferencia?