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Bayonetta y el sexo

¿Musa del onanismo? ¿Por qué no mujer confiada?
Por Dayo

Bayonetta 2 sale esta misma semana, pero esa mujer no necesita llegar a las estanterías para ser un tema de conversación. El análisis de Polygon, con un flamante 7.5, ha recibido muchas críticas al basar su puntuación en la sexualización del personaje, Anita Sarkeesian ha hablado sobre cómo es un objeto sexual con patas (y muy largas, por cierto) y Chiconuclear ha escrito un artículo reflexionando sobre el personaje, su carácter e insinuaciones desde múltiples perspectivas. Hoy quiero dar mi humilde (o no tanto) opinión: Bayonetta es un personaje rebosante de sexualidad, pero eso no la degrada. De hecho, la hace única y mejor personaje.

 

No quiero ni voy a entrar en su cabeza, explorar su historia ni nada parecido. Prefiero limitarme a la superficie, que es lo que más llama la atención por motivos evidentes. La gente se fija en la actitud de esta mujer, en su postura, su vestimenta. Centrémonos en eso.

 

Cuando pienso en un personaje femenino reciente que esté muy relacionado con el sexo o la sexualidad en los videojuegos se me ocurren dos ejemplos junto a la creación de Platinum: Catherine, del juego homónimo, y Juliet Starling representando Lollipop Chainsaw. Cada una de estas mujeres es radicalmente distinta y afronta el sexo de formas diferentes, pero para mí hay una diferencia fundamental: no concibo a Bayonetta haciendo pin-ups o protagonizando fanart erótico. No digo que no lo haya porque Internet es lo que es, pero a la hora de pensar en ella lo último que se me ocurre es lo que, dicen, debería pensar al ver a uno de estos personajes: “yo la daba contra el muro hasta derribarlo”.

 

Quizá sea cuestión de gustos y no me atraigan las morenas con gafas, pero si fuese algo tan superficial no creo que estuviera escribiendo estas líneas. No, escribo esto porque Bayonetta intimida ¿Por ser una asesina peligrosamente eficaz? No. El anime, por tirar a la tierra que ha dado a luz a esta mujer, nos ha provisto de cientos de personajes femeninos diseñados para protagonizar fanart erótico y hacer pin-ups en almohadas sin que por ello dejen de ser competentes: casos como el de Yoko (Tengen Toppa Gurren Lagann) muestran una mujer fuerte, decidida y hábil pero que viste y se comporta de tal modo que lo que realmente llama la atención son sus pechos sobrehumanos y el ridículo bikini que se esfuerza por mantenerlos en su sitio. La gente parece asociar a Bayonetta a este modelo, al de Nami (One Piece), Inoue Orihime (Bleach) o Kei Kishimoto (Gantz). Pero ella va en otra dirección.

 

Juliet

 

Volviendo a los ejemplos iniciales, Catherine y Juliet, nos encontramos con dos chicas capaces de sostener o impulsar la historia gracias a su personalidad y carácter pero que al mismo tiempo sirven un propósito de promoción sexual. Podría parecer injusto el ejemplo de Catherine ya que su juego tiene precisamente el sexo como tema principal, pero echadle un vistazo a Bayonetta. Su presentación en el primer tráiler de Bayonetta 2 es, literalmente, un plano de sus piernas abiertas. Su primera frase es “nadie te ha dicho que puedas tocar”.

 

Pero es una provocación cargada de seguridad.

 

Al contrario que las demás, no te está invitando. Te está insultando.

 

No digo que, por ejemplo, Juliet esté pidiendo a gritos que alguien la viole, pero su actitud es mucho más inocente y propensa al fantaseo, con referencias a su culo y ese gesto juvenil al taparse las bragas cuando bajas la cámara. Mientras que ella da pie a esta especulación, Bayonetta consume toda esa sexualidad y la expulsa con la misma potencia que sus balas. Ella es la única que lo disfruta: cuando se desprende de su ropa y baila desnuda para invocar un monstruo, lo está haciendo de forma totalmente intencional. No se tapa, no se sonroja gritando “kyaaaa” pero tampoco sonríe y te dice que adelante, puedes entrar y disfrutar de las vistas. Es su forma de decir que confía plenamente en sí misma y que, cuando acabe con un demonio del tamaño de un edificio portando un hacha más grande que una farola, no lo va a hacer gritando a la desesperada ni actuando como si fuera un tipo duro sino riéndose a su costa. El beso que suelta para romper la barrera que le bloquea el paso parece decir “buen intento, cariño”. Irónicamente, al estar tan hipersexualizada Bayonetta se libra de su faceta como objeto sexual porque ese es su terreno. Si fantaseas con ella seguramente se te aparezca y te arranque la entrepierna de un taconazo. El sexo le da poder, le da carácter. Es un personaje femenino admirable precisamente por esa apropiación. El juego quizá se centre mucho en poner un ángulo donde ella quede atractiva y también puede protagonizar publicidad provocativa, pero viendo cómo es ella hasta sería comprensible que fuese su propia elección, que Bayonetta quiera que las cámaras se centren en sus partes más femeninas. “¿Ves esto? No puedes tocarlo”.

 

En el primer capítulo de Juego de Tronos Tyrion le dice a John Nieve que porte su condición de bastardo como una armadura, que lo muestre con orgullo y así nadie podrá herirle. Mirad todas las imágenes que hay de Samus Aran por internet. Buscad a Lara Croft. Son personajes femeninos fuertes, pero ellas no pueden escapar de esta sexualización porque, al final del día, siguen siendo mujeres atractivas y su belleza se puede volver en su contra. Ahora buscad “Bayonetta sexy” en Google Imágenes. Salvo un par de excepciones, ella es intocable.


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