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Al español Alien Spidy se le castiga por su dificultad

El mítico personaje estará en la Playstation Experience
Por Rafa del Río

En la actualidad, en cualquier videojuego eres un titán. Salvo honrosas excepciones, está todo tan mascadito que se nos hace creer que rozamos la divinidad, que no hay nada que pueda superarnos. Descansamos para curarnos de heridas mortales, se nos permite rebajar la dificultad en plena partida, resucitamos cómodamente gracias a los múltiples checkpoints y tenemos compañeros que nos guían de la manita y cumplen una importante labor de cara a que salvemos el día.

 

Claro está, acostumbrándonos como estamos a estas situaciones, luego viene un God of War Ascension que presenta una curva de dificultad importante en determinados puntos del juego y se queja media comunidad de jugones, obligando a sus desarrolladores a crear un parche que rebaje la exigencia de ese punto en pos de que los usuarios no se frustren y huyan de la última aventura del amigo Kratos. Así no es de extrañar que se presente un título como Alien Spidy, un videojuego no apto para hombres blandengues, y la misma prensa se encargue de crucificarlo por el hecho de no ser un paseo.

 

Una imagen en movimiento vale más que mil palabras... ¿Qué os parece?

Cabe citar que Alien Spidy es un desarrollo cien por cien español, obra de unos auténticos veteranos de la industria patria: Enigma Software. Comenzaron publicando juegos para la extinta Dinamic Multimedia lanzando en 1999 Space Clash, un RTS que tuvo una más que aceptable acogida. Le siguieron títulos como Excalibug y Angels vs Devils, retratando así el currículum de una empresa que, pese a no gozar en la actualidad del caché de Mercury Steam o Novarama, se encuentra entre lo más prolífico y apreciado de lo poco que ofrecemos desde nuestro país. Recordemos una obra tan notable como War Leaders: Clash of Nations para valorarlos en su justa medida, siendo todo un éxito a nivel internacional.

 

En el caso de Alien Spidy tenemos un curiosísimo juego de plataformas y puzzles, con una estética a medio camino entre Patapon y Outland, pero manteniendo una personalidad propia de lo más particular. Se nos cuenta la historia de una simpática araña extraterrestre que ha perdido el contacto con su amiga exploradora Virgi, partiendo hacia su búsqueda en el inhóspito planeta Tierra. Para ello, nuestro singular arácnido podrá saltar, balancearse en su tela y hacer uso de los elementos que pululen por el escenario con el fin de ayudarnos a nuestro avance, justo lo contrario que los chorrocientos enemigos que habitan por ahí para fastidiarnos la empresa.

 

 

Pues bien, Alien Spidy es difícil. Su control exige precisión, acostumbrarnos al peculiar movimiento del protagonista y, por supuesto, planificar adecuadamente nuestro paso por las más que complicadas fases. Y voto a bríos que Alien Spidy es un juego divertidísimo cuando aceptas su metodología lúdica y te abres para disfrutar de ella. No es más difícil que uno de esos juegos españoles de los ochenta... pero esto no ha sido óbice para que la crítica internacional se 'horrorice' ante una dificultad malsana. Tanto protestar y al final los medios son los primeros que se ponen en el mismo lado de una industria que tiende a fomentar un entretenimiento más cinematográfico y menos interactivo...

 

A modo de anécdota, decir que Alien Spidy fue uno de los juegos que nos llevamos hacia los Estados Unidos cuando el Instituto Cervantes y la asociación ArsGames promovieron la gira «Pasado y Presente del Videojuego Español». Como ya he contado por aquí alguna vez, mostrábamos distintos títulos españoles, tanto viejos clásicos como cosas modernas. Una de estas era una beta de Alien Spidy; y debo decir que, con diferencia, fue la obra que más éxito tuvo entre los chavales americanos. Hacían corrillo para ver las partidas, se aferraban al pad con alegría e incluso se partían de risa cuando morían una y otra vez en determinas zonas... una gozada verlos disfrutar tal que así. Y por ello me resulta difícil pensar que Alien Spidy es un mal juego, y más cuando en su versión final el control ha sido depurado sobremanera. En cualquier caso, el usuario juzgará... y como siempre digo, antes que dejarse guiar a ciegas por las voces de la crítica, nada mejor que tratar de catarlo de alguna manera. La experiencia es la mejor maestra, dicen.

 


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