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6 tipos de jugadores que no deberían jugar a Sekiro

Esta obra no es para vosotros
Por Álex Pareja

Sekiro: Shadows Die Twice ya está entre nosotros y, por si quedaba alguna duda, todos los miembros de Mundogamers estamos encantados con él. Pero eso no quiere decir que se trate de una obra para todo el mundo, más bien todo lo contrario, y por eso hoy quiero centrarme en aquellos tipos de jugadores que sé que no van a poder disfrutar del título por mucho que lo intenten y por mucho que unos locos escritores de artículos de videojuegos den la tabarra con él. Si formas parte de alguno de estos seis grupos, te recomiendo encarecidamente que no te gastes el dinero en la última obra de Hidetaka Miyazaki, pues sufrirás más de la cuenta, no sabrás encontrar lo bueno de la experiencia y simplemente te frustrarás y enfadarás al no poder divertirte con tu nueva adquisición. Estos son los tipos de jugadores que no deberían jugar a Sekiro:

 

1. Los que esperan otro Dark Souls o Bloodborne con samuráis. Sí, es un juego de From Software liderado por Hidetaka Miyazaki, pero como él bien ha comentado en multitud de entrevistas previas al lanzamiento, Sekiro no es otro Dark Souls u otro Bloodborne. Mantiene una base similar, por supuesto, y los jugadores de estos títulos se encontrarán familiarizados con algunas mecánicas, pero Sekiro evoluciona esa fórmula hasta algo completamente distinto. No es exactamente igual, tiene sus propias reglas y multitud de cambios, así que si lo que queréis es otra experiencia similar y algo diferente os defraudaría tenedlo claro: no es un juego para vosotros o no al menos hasta que cambiéis esa mentalidad.

 

2. Tampoco es un nuevo Tenchu u otro juego de aventuras tradicional. La saga Tenchu también ha sido muy nombrada antes del lanzamiento de Sekiro: Shadows Die Twice, pero se parecen lo mismo que un huevo a una castaña. Sí, somos un shinobi que aprovecha sus técnicas de sigilo, pero el juego es otra experiencia completamente diferente y muy alejada de ello. Lo mismo ocurre con los jugadores que puedan ver en Sekiro el nuevo gran Triple A al que hay que jugar sí o sí: no es un God of War ni un Uncharted, es un título muy especializado que no va a satisfacer a los jugadores casuales o que solo disfrutan de estas grandes producciones

 

 

3. Los que no quieran una experiencia estricta y castigadora. Sekiro no perdona. Después de un inicio tranquilo donde presenta las mecánicas de combate principales, el título no da tregua: o te adaptas o mueres. O utilizas todas las herramientas a tu alcance o mueres. O aprendes a utilizar bien el Desvío o no te pasas a ningún jefe. O mejoras y mejoras o no avanzarás. Es un juego duro, difícil y muy exigente, tenedlo en cuenta.

 

4. Los que esperan un RPG tradicional. Va un poco unido a esos jugadores que esperan otro Dark Souls o Bloodborne, puesto que estos ofrecían una libertad absoluta para aumentar las estadísticas de nuestro personaje e incluso para crear diferentes builds y maneras de jugar. Sekiro: Shadows Die Twice no utiliza este sistema y te tienes que adaptar sí o sí a la manera en que la obra quiere que la juegues. Para mejorar es obligatorio acabar con los jefes o mini-jefes que se encontrarán por el mundo de juego, dejando a un lado el grindeo o el farmeo de experiencia. 

 

Sekiro Shadows Die Twice

 

5. Los que no tienen paciencia. Vas a morir muchas veces en Sekiro, por muy buen jugador que seas o que creas que vayas a ser. Habrá zonas que se te atraganten y en las que no quedará más remedio que repetir y repetir sin cesar. Hay que saber gestionar la frustración, el enfado y la paciencia, puesto que también son una parte fundamental en el juego para definir la victoria o la muerte. Si eres una persona que se altera fácilmente con los videojuegos te recomiendo que te alejes de esta experiencia, tú y la gente que viva contigo lo agradecerá.

 

6. Los que no estén dispuestos a adaptarse al juego. Como comentaba antes, Sekiro: Shadows Die Twice se aleja de las propuestas del pasado de From Software al dejar de lado el aspecto RPG. En cualquier Dark Souls y en Bloodborne (aunque en este último en menor medida) podías jugar como quisieras, adaptando tus estadísticas y tu equipamiento a un estilo de juego concreto. Si se te da mal esquivar siempre podías optar por llevar un escudo o un convertirte en un tanque andante, siempre hay posibilidades. Aquí no: o te adaptas a lo que el juego quiere de ti o estás muerto. Si no quieres que sea el juego quien te domine y quien te diga continuamente cómo debes hacer las cosas, aléjate de él. 

 

Para todos los demás: menudo pedazo de juego.


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