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The Master Trials ¿Merece la pena el primer DLC de Zelda: Breath of the Wild?

Mucha chicha y poca limoná
Por Rafa del Río

Ayer Nintendo desvelaba finalmente los contenidos que vendrán incluidos en The Master Trials, primer DLC del exitoso The Legend of Zelda: Breath of the Wild que se compromete a aumentar las horas de juego con varias pruebas, a la vez que añade nuevos elementos y equipos con los que el bueno de Link podrá explorar más a fondo la casi interminable Hyrule. 

 

Os recordamos que el DLC no tiene precio por separado y que viene incluido en el pase de temporada que, a un precio e 19,95 euros, ofrece acceso a este contenido y a un segundo DLC que saldrá en navidades y que, según la compañía, profundizará más en las posibilidades del juego: una nueva mazmorra, más desafíos y una nueva historia original. Mientras esperamos para saber más datos de ese segundo DLC, nada mejor que ir viendo lo que nos traerá The Master Trials cuando llegue a lo largo de este verano.

 

 

Modo de dificultad y gadgets

Empezamos con la gran promesa del nuevo modo de dificultad que tanto indignó a algunos porque 'debía ser de inclusión gratuita en el juego original', y lo hacemos diciendo, honestamente, que no es para tanto. Cuando se anunció en su momento, y comparándolo con la ambición que podía notarse en el juego original, muchos pensamos que se trataría de un modo supervivencia que pondría el juego y las necesidades primarias de Link a la altura de las físicas y las inclemencias metereológicas.

 

Imaginamos un Link que necesitaría comer, beber y dormir para no caer exhausto en sus aventuras, pero la realidad al final ha sido una muy diferente y todo apunta a que todo se reducirá a incrementar el nivel de los enemigos con la aparición de algunos niveles más allá del platino, y una nueva regeración de salud en los monstruos que nos obligará a derrotarlos rápidamente. Junto a esto se incluyen unas plataformas flotantes que, una vez alcanzadas, nos darán acceso a nuevos combates y prometedores tesoros. 

 

Al lado de este modo de dificultad un poquito de andar por casa, el primer DLC  de The Legend of Zelda Breath of the Wild incluye un gadget que nos ayudará a explorar Hyrule sin dejarnos ni un solo rincón: La Senda del Héroe, un nombre rimbombante para algo tan sencillo como una fina línea verde que se dibujará sobre el mapa según viajemos por él y nos ayudará a saber qué partes del escenario hemos visitado y qué partes no. 

 

 

Ahora viene lo bueno

Cuestión de gustos a un lado, está claro que lo interesante de The master Trials comienza ahora, con la búsqueda de dos objeto épicos, dos armaduras nuevas y un santario de 45 salas que incluye una especia de modo oleada con tintes de supervivencia muy en la línea de lo que pudimos disfrutar en la isla perdida del juego original. 

 

Los dos objetos épicos son la Máscara Koolog, que una vez la encontremos y la incluyamos en nuestro equipo vibrará cuando estemos cerca de una semilla de estos simpáticos ents a la japonesa, y el Teletransportador, que nos permitirá fijar un punto de teletranspore en el lugar en el que estamos y volver a él cuando queramos. cabe destacar que su uso está limitado a la presencia de un único punto creado, eliminando los anteriores cada vez que creamos un nuevo portal. 

 

El equipamiento promete ocho nuevas piezas inspiradas en la saga y que nos dará acceso a armaduras y objetos inspirados por personajes y aventuras tan sonadas como Midna, Phantom, Tingle o Major's Mask. No se dice nada desde la compañía, por lo que no sabemos si este equipamento habrá que comprarlo, estará disponible en el inventario o incluirá algún tipo de búsqueda. 

 

Finalmente tenemos El Santuario de la Espada, lo que para muchos será lo más jugoso del DLC. Un nuevo santuario dividido en 45 salas en las que tendremos que enfrentarnos a varias oleadas de enemigos. La gracia consiste en que comenzaremos la aventura desarmados y 'en pelotas', y poco a poco iremos mejorando nuestro inventario y equipo según vamos derrotando a los enemigos y avanzando por las salas del santuario.

 

 

¿Merece la pena?

El de los DLCs es un terreno oscuro y pantanoso, un escenario del que muchas compañías parecen haber salido ya, mejor o peor paradas, y a las que ya no se pide cuentas cada vez que sacan un pase de temporada o prometen DLCs sin hablar mucho de lo que incluirán. Desde Bethesda a Activision, de Naughty Dog a Ubisoft, las políticas de DLCs de las compañías han ido quedando claras en los últimos años, para bien o para mal, de forma que los usuarios ya sabemos qué encontraremos en estos 'paquetes sorpresa' que vienen con desembolso adicional. 

 

Ahora le toca el turno a la híbrida de Nintendo, y lo primero que hay que decir es que lo hace sentando cátedra y poniéndose a la altura de la competencia con el fin de dejar claro a las third parties que no hay problema, que Switch recibirá DLCs y que contemplan esta práctica como lo que es, una forma como cualquier otra de hacer negocio. Y es que si bien todos sabemos que los DLCs no son nada nuevo para los de Kioto, parece que muchos esperaban que Switch sería algo diferente. Al final no ha sido así, por muchos y tan válidos motivos como los del resto de las compañías.

 

 

Dicho esto y entrando en si el DLC merece la pena, lo cierto es que no lo acabo de tener claro. Sigo pensando que Zelda Breath of the Wild es de lo mejorcito de la última década, que ha marcado un antes y un después y que merece estar en el pódio de los destinados a la gloria de este milenio. Sin embargo, lo que me ofrece no me justifica no ya un desembolso, sino un uso de mi tiempo que, en este momento, prefiero dedicar a otros títulos y videojuegos

 

Me da coraje, pero todo eso de la Senda del Héroe, el modo de dificultad, la Máscara Koolog y el Teletransportador habrían tenido más sentido al venir incluídos en el juego original que en un DLC que a muchos nos coge ya con el juego terminado o a punto de acabar. Parecen pequeñas pijaditas destinadas a los usuarios completistas que no desean seguir una guía, y como tal no acaban de convencerme. Respecto a las nuevas armaduras y el modo oleada, no creo que justifiquen por sí solos mi compra, si bien puede que a muchos os resulte una delicia. Bendito sea que sea así, pues para eso están las opciones. 

 

Yo, por mi parte, voy a esperar a ese segundo DLC para tomar la decisión de si hacerme con el DLC o no. Nintendo ha ofrecido un menú jugoso y llamativo que sin duda satisfacerá a más de uno, siendo comida obligada para quienes no hayan empezado aún el juego. Yo, que estoy ya en la barra libre, esperaré a Navidades al segundo menú, a ver si para entonces se me abre el apetito y comienzo este magnífico banquete que es Zelda Breath of Wild con un nuevo comienzo y una nueva historia que vivir. 

 

¡Nos leemos!


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