The King of Fighter XIV no apunta maneras
The King of Fighters XIV me da ganas de llorar. Ojalá acabe siendo un titulazo de lucha, pero si tuviéramos que juzgarlo por los trailers que se van enseñando… El problema de esta entrega no se adivina por algo tan superficial como los gráficos, aunque son unos genéricos, sosos y sin alma; el problema real radica en dos elementos fundamentales en un juego de lucha: los impactos y el ritmo del combate.
The King of Fighters XIV introduce una ligera pausa que hace acto de presencia tras cada golpe que se da o que se recibe, y las animaciones son robóticas, lo que se consigue con ella es dar una sensación de poca naturalidad, de falta de humanidad, que afecta seriamente al ritmo de los combates. Entiendo que esto se habrá introducido porque, viendo los vídeos de demostración, The King of Fighters XIV parece que apostará por cancelar golpes recién introducidos para meter otros.
Esta pausita y esta exageración robótica de cada golpe podrían servir para ello, facilitando la labor, pero lo que se consigue realmente es generar el segundo mal que se extrae de los trailers: una falta de ritmo abrumadora. La acción se desarrolla de manera lenta y torpe.
Si el motivo por el que The King of Fighters XIV tiene tan mala pinta es por lo que apunto aquí, la solución siempre es añadir nuevas animaciones a cada acción, para que el jugador reconozca cuando las ve que es ahí cuando tiene que cancelar su ataque e introducir el input de otro. No hacerlo así atenta, además, contra la espina vertebral de la saga The King of Fighters: contar con unas animaciones, una expresividad y unos diseños de personajes soberbios, tanto, que solo con ello hace que cada combate sea sencillamente espectacular.
Quizás haya gente que considere superficial temer que un juego de lucha vaya a ser malo mirando los gráficos o las animaciones de sus personajes, pero no lo es. Un fighting game tiene que tener un apartado visual intenso, capaz de acompañar esos instantes en los que te queda poca vida y estás remontando golpe a golpe, poniéndote nervioso porque empiezas a saborerar una victoria que parecía imposible. Los personajes tienen que saber mostrarse naturales y vivos, porque sus combos no dejan de ser coreografías molonas que por su vistosidad te meten en el combate; es decir, todo el juego de lucha se va al traste si no se respetan estas condiciones, más en el caso de The King of Fighters.
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