Söldner-X 2: Final Prototype. No vale solo con ser bueno

El empleo o recuperación de géneros que fueron populares en otras generaciones mola, pero no por el hecho de volver a reproducir un juego de plataformas o de naves tal como lo jugamos ya, sino por lo que se puede aportar a dicho género con lo que sabemos a día de hoy del videojuego. Shovel Knight, Hot Line Miami 2: Wrong Number o Rogue Legacy son ejemplos de cómo coger esos géneros y darles un lavado de cara impresionante, tanto que te dejan con el culo torcido a día de hoy.

 

Estos días le he estado dando a Söldner-X 2: Final Prototype en PSVita. El título es uno de naves de scroll lateral. Nos subimos a bordo de nuestro vehículo, disparamos a todo lo que se mueve, nos movemos mucho para esquivar todo lo que se nos lanza, cogemos power-ups y luchamos contra jefes finales. Jugándolo, he encontrado un título impecable. Söldner-X 2: Final Prototype tiene buenos gráficos, buen ritmo, es divertido; quizás se acaba demasiado pronto para mi gusto y se hace un poquillo caro, pero el videojuego cumple con todos los puntos necesarios para ser un videojuego de matamarcianos solvente. Sin embargo, me ha dejado muy frío.

 

 

Söldner-X 2: Final Prototype lo hace todo bien pero no es capaz de aportar nada fresco a un género que lleva desde toda la vida con nosotros. El videojuego tiene su historia, sus bosses grandes, sus cambios en el desplazamiento para darle algo de vidilla; pero te lo terminas y a otra cosa. Sobre el papel el juego no tiene fallos y todo funciona a la perfección, pero no puedo evitar esa sensación de que el videojuego no tiene alma, precisamente por carecer de ese algo distinto y actual, esa novedad que sí han sabido implementar otros como Roche Fusion, por ejemplo.

 

Söldner -X 2 no es un juego malo, ni mucho menos, pero aunque funcione y sea divertido, ya no vale solo con eso cuando se trata de tocar géneros clásicos, al menos yo lo veo así. No me vale que sea una reproducción actual de algo ya visto y punto, no, hay que ser capaz de aportar algo nuevo y que eso sea el alma y la personalidad del producto. Quizás en una tercera entrega lo logren. Lo cierto y eso sí que es innegable, es que la base es sólida, ahora solo falta hacerla única.

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