Sobre la necesidad de las ferias del videojuego

Llamadme hater, pero no soporto ya las ferias de videojuegos. Este año he vivido por primera vez el E3, que he podido asistir por uno de mis múltiples trabajos, y la verdad: no me ha sorprendido. ¿Quién tiene la culpa de ello? No han sido mis gafotas de pasta, no: la culpa es de los streaming, de Internet, de que ahora todo es directo y que arrastrar mi culo hasta Los Ángeles tras 11 horas de vuelo no sirve para mucho.

 

Lo mismo pienso de la gamescom de Colonia, donde nuestros compis Toni, Diego y Víctor andan a tope currando (echad un ojete a sus avances, son lo más). Aunque se pasa muy bien estando en el evento, estamos trabajando, con lo que eso supone. Y en muchos casos, se trabaja peor que desde casa con un streaming en abierto. 

 

 

Este año, el E3 2014 ha tenido a tres grandes webs emitiendo constantemente previews que solo se mostraba a prensa guay (aka, a mi no) y que yo no pude ver estando en el E3 pero que podría haber visto en casa, desde el ordenador, picando noticias como un cabrón en lugar de pateándome la feria sin parar y llegando tarde a todo para ver...¡lo mismo que había ya en Internet!

 

Porque en el E3, queridos, igual que en la mayoría de ferias, no se juega apenas. Hay demos en algunas estaciones, pero las cosas más jugosas o no se muestran o se pone un vídeo con alguien explicando cosas por encima o se te pone delante de la pantalla para ver cómo juega un desarrollador. Así de mágico es este mundillo.

 

Por eso, yo digo, si desde casa, el redactor default está igual o mejor informado que el enviado, ¿por qué se hacen ferias? Está claro que ya no es para que los periodistas den noticias, pues lo único realmente exclusivo que pueden dar son entrevistas (o ni eso, que apenas contestan cosas jugosas y hay entrevistas a muchos medios y a punta de pala). 

 

 

 

Con todo esto, lo que quiero decir es que las nuevas tecnologías están conviertiendo en una mera consecución de fechas en las que las compañís deciden dar, en conjunto, nuevo material. Hace falta revitalizarlas de algún modo, porque para esto, que no las haya y que no nos hagan perder el tiempo a los periodistas haciéndonos ir a tomar por culo (y gastando un montón de dinero). ¿Y sabéis quién ha entendido esto perfectamente? Nintendo.

 

También podrían intentarse revitalizar las ferias con cambios de actitud, claro, ¿pero quién quiere beneficiar al intermediario, al periodista, si se puede enviar la información directamente al usuario, sin filtro, directo a su coco, con un mensaje manupulador que, normalmente, el buen profesional de la información filtra? Pues eso. Si el E3 y la gamescom son cada vez peores no es por nosotros.

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