Sin conferencia, pero un E3 vital para WiiU

Iwata, y por ende Nintendo, son muy conscientes del pitoste que tienen los usuarios de Wii y los posibles nuevos usuarios de WiiU en la cabeza ante el acceso a la nueva máquina de la casa, que va algo necesitada de nuevos usuarios durante los próximos meses. Como bien sabréis, el ratio de consolas vendidas desde la campaña navideña no es excesivamente positivo, y según avanzan las noticias y llegan nuevas sobre la cada vez más cercana nueva generación, servidor, más como jugador que como periodista, no deja de preguntarse por la estrategia a seguir desde los cuarteles generales de Kyoto.

En una reunión con los invesores de Nintendo, Iwata habló sobre la potencia de WiiU y argumentó que «es un hecho que algunas desarrolladoras suponen que WiiU no es suficientemente potente para sus desarrollo. No obstante, algunos desarrolladores han dejado claro en comentarios para prensa que nuestra arquitectura es muy diferente a la de otras máquinas en el mercado, y que en caso de usarla bien se le puede sacar muy buen partido (…) la información por el momento es contradictoria y eso está obligando a Nintendo a hacer muchos esfuerzos para disipar esa idea errónea que se tiene de nuestro sistema».

Iwata sigue con una frase interesante que bien podría representar la línea de trabajo de la firma durante los próximos meses: «lo que pretendemos no puede lograrse de la noche a la mañana, y viendo las bajas ventas del sistema puede sonar poco convincente, pero estamos trabajando para revitalizar el mercado de WiiU y mostrar resultados positivos para invitar a third parties a trabajar con nosotros desde el verano». Dudo que a día de hoy alguien dude que los únicos que han picado con ella han sido jugadores más hardcores de los que Nintendo podría esperar en un principio, pero resulta peculiar el trato que están recibiendo por parte de third parties desde hace unos meses hasta ahora.

Ayer mismo, Activision no confirmó una versión de Call of Duty Ghosts; Ubisoft pegó un portazo con Raiman Legends que todavía se escucha en los tímpanos de los usuarios de la máquina; Electronic Arts recientemente acaba de anunciar que el Madden del próximo año, el que conmemora el 25º aniversario de la franquicia, no saldrá allí; Capcom, Monster Hunter 3 Ultimate a parte, ha tenido ocasión de sacar un buen puñado de juegos por sus tierras y no lo ha acabado haciendo; los planes de Rockstar de pasear Grand Theft Auto V por sendas nintenderas brillan por su ausencia, y si seguimos sumando destellos de pesimismo no acabaríamos.

Konami, por ejemplo, ni está ni se le espera, y también ha tenido ocasión de sacar alguna obra allí: la gente discute en la actualidad por el lanzamiento de Metal Gear Anthology en Xbox 360, pero parece que ni se le pasa por la cabeza el meter a WiiU en esa ecuación. En fin, nada nuevo. Aunque Nintendo no hará conferencia en Los Ángeles, nadie duda que la cita angelina será vital para la firma: lo que tenga que anunciar antes o después de la misma acabará resultando vital para su futuro más inmediato y esas ventas que Iwata querría presentar en clave positiva.

No querríamos entrar en el torbellino de palabrería que viene acompañando desde que nació a finales del pasado año, pero que Nintendo tenga que mandar mensajes a los usuarios de Wii explicando qué es WiiU o crear páginas web en las que explicar las diferencias entre ambos sistemas demuestra que algo falló dentro de su concepción. No digo que sea cosa de su potencia o su idea: hablo de marketing, de una mala decisión a la hora de escoger el nombre o un planteamiento discutible a la hora de venderla en tiendas.

Para no darle muchas más vueltas hasta que pase el E3: Si WiiU debía aprovechar los rebufos de lo mucho o poco que le quede a la presente generación, lo está haciendo con unos resultados sencillamente lamentables. ¿Puede vivir WiiU a base de Smash Bros y Mario Karts? Es evidente que no, pero si realmente las third parties no apoyan a la consola el destino de la misma puede ser bastante oscuro. Y en Kyoto lo saben mejor que nadie.