Piranha Bytes vuelve a la carga con una de las suyas
Koch Media y Deep Silver han anunciado el lanzamiento de Risen 3: Titan Lords para el catorce de agosto del presente año. Verá la luz en las plataformas Playstation 3, Xbox 360 y PC, y promete un regreso al concepto clásico del que hiciera gala Piranha Bytes en Risen y la saga Gothic.
Un mundo en peligro.
Risen 3 vuelve a colocarnos en la superficie de un continente arrasado por las guerras de los titanes, un mundo que ha sido abandonado por sus Dioses. En medio del caos y la destrucción, una nueva amenaza surge de las entrañas de la tierra, pero tranquilos, no se trata de las larvas. Encarnando a un joven guerrero que ha sido atacado en la oscuridad y ha perdido su alma, deberemos embarcarnos en una aventura para recuperar nuestra identidad.
Poco o nada se ha desvelado acerca del que será el protagonista de Risen 3, aunque podemos sospechar que no coincidirá con el de las entregas anteriores, así que lo mismo en esta ocasión hasta tiene nombre y todo. Lo que sí sabemos es que se recuperará el sistema de gremios que ya hizo famosa a la serie. Una vez más, deberemos decidir entre ayudar a los magos exiliados de la Isla del Trueno a recuperar los cristales de poder y aprender así sus técnicas, o situarnos en uno de los bandos rivales y desarrollar nuestras habilidades por otros derroteros. Nuestro personaje y la historia evolucionarán según la decisión que tomemos, dejando atras caminos que no podremos descubrir a menos que volvamos a empezar de cero.
Un viejo conocido.
Como decíamos al principio, Piranha Bytes amenaza con volver a los inicios, pero que nadie se asuste, esto tan sólo significa que van a abandonar el estilo marinero de Risen 2: Dark Waters en pro de un universo más "clásico" y más cercano al RPG de toda la vida. Un escenario en el que los desarrolladores se sienten mucho más cómodos, especialmente después de las críticas al entorno pirata de la segunda entrega. Ambientación aparte, Risen 3 parece dispuesto a ofrecer más de lo mismo aunque un poquito más allá, y esto son buenas y malas noticias.
Buenas noticias porque vuelven los entornos complejos, la exploración y el pique de "a ver hasta dónde soy capaz de llegar sin seguir la historia y subir de nivel". Malas noticias porque, desengañémonos, Risen no es lo que se dice lo más puntero en RPGs, que digamos. Sintiéndolo mucho, los juegos de Piranha Bytes son toscos y feos. La física de la lluvia en Dark Waters causaba más risa y llanto que otra cosa. Las mecánicas de combate, por mucho que se esfuercen, no acaban de ser intuitivas y tienden a consistir más en esquivar y aporrear botones que en otra cosa. Los escenarios son decentes, pero huelen a naftalina, y la historia en sí no suele ser para tirar cohetes, por no hablar de la interacción. Y aún así...
...Aún así, yo me he puesto contento con la noticia de un nuevo Risen.
¿Por qué jugarlo, entonces?
De acuerdo, el universo Risen no es, ni de lejos, perfecto: No es tan completo como Two Worlds ni tan detallista como Dragon Age. No es tan intenso como Dark Souls ni tan estético como un JRPG, y desde luego no es comparable a Elder's Scroll. A pesar de ello, mola. ¿Por qué? Porque tiene un algo, ese "loquesea" especial que posee la chica rara de las gafas que sale con el grupo de animadoras: No tienes ni puñetera idea de por qué, pero llevas toda la noche hablando con ella y pasando de sus espectaculares amigas.
Risen es como jugar con los click de playmovil. No es que sea excesivamente abierto, pero se disfruta vagando por sus escenarios, que tienen la dificultad justa para querer dar "sólo un paso más". Los tipos de Piranha Bytes se complican la vida para que no todo sea un camino de rosas, y es en ese punto y en la variedad de posibilidades, en las que la saga guarda toda su fuerza: Te reirás con lo tosco de los acabados, fruncirás el ceño cuando quieras robar algo y no sepas cómo hacerlo, tendrás pesadillas con ese cofre del principio que aún eres incapaz de abrir... Pensarás en el juego, que es lo que, a fin de cuenta, todos los creadores esperan de sus obras.
Es obvio que Risen no es un juego para todos los público. Habrá muchos, muchísimos, que pensarán que estoy loco por defenderlo, pero en un momento en el que el debate está más que abierto entre superproducciones y títulos indie, Risen 3 Titan Lords es una opción intermedia, ni tan progre ni tan espectacular. Posiblemente tú la odies, pero a mí hace mucho que la saga me robó el corazón con su picardía, su aspecto retro, su concepto levemente hardcore y esa ingenuidad que atesora en su interior en la que la imaginación del jugador vuelve a ser tan importante como lo era cuando, de pequeño, jugábamos con nuestros GI Joes o nuestras barbies.
¿Estoy loco? Es posible, pero "a mí me gusta". Siempre podéis acercaros a la saga aprovechando sus entregas anteriores o echarle un try en casa de algún amigo. ¿Quién sabe? Tal vez descubráis que la locura no es una cosa tan mala.
¡¡Nos leemos!!
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