¿Es Ground Zeroes el futuro de las demos?
Kojima sigue dándonos de qué hablar; y no es para menos. Su decisión de partir en dos su siguiente Metal Gear Solid es tan interesante como polémica. Es buena porque le da un zapatazo a la necesidad de una demo, un artefacto publicitario que muchas veces no consigue cumplir su cometido, sin intención ni ambición. Demasiadas veces hemos oído ya aquello de “Pues después de probar la demo, no me compro el juego”. Y no porque el título no sea bueno, sino porque la demo carece de magia.
Pero es también polémica porque el motivo del nacimiento de Ground Zeroes es el mismo que el de estos: un adelanto del juego para ponernos los dientes largos. Atentos a esta realidad, desde Konami han decidido rebajar el precio del prólogo unos diez euros. Al ser un experimento novedoso, tanto para ellos como para nosotros, las noticias que nos han llegado de este tema, más que para informar, han sido para conversar. Kojima nos comunica que hay que pagar, los jugadores protestamos y aquí llega la respuesta. Nos quejamos de que se barajen dos horas como la duración del juego, pues se nos revela que no, que eso es si jugamos a las prisas.
En Ground Zeroes hay un número de personajes y presos y rescatar para que se unan a nuestra Mother Base, así como trajes, que se exportarán a la quinta entrega numerada. Si recordáis los irregulares títulos de PSP, no os será desconocida la potente pero desaprovechada gestión de la que hacían gala. Permitía el coleccionismo y la regjugabilidad, pero le faltaba una vuelta más, madurar. ¿Lo hará por fin en The Phantom Pain? Yo quiero verlo.
Que se trasladen cosas que hagamos en la demo, tildada de prólogo, al juego original es una estupenda palanca de compra para hacernos con el título auténtico, sacudiéndose de encima el estigma de “relleno” que Ground Zeroes arrastraba, hasta hoy. Porque interesa saber a quiénes rescataremos y si estos influirán en los hechos de la trama del siguiente.
La lectura es doble: por una parte, aplaudo que se esté trabajando en entregar al jugador algo potable y bueno, bien dirigido, con intención y con continuidad. Dudo que alguien que se pase Ground Zeroes emita el mismo juicio que el que sucede a veces tras probar una demostración. Esa sensación descafeinada y fría se elimina de este modo. Pero sigue costando 30 € en sus versiones next gen, precio que muchos aguardamos que alcancen los juegos para comprarlos.
Me gusta que Kojima, o Konami más bien, haya escuchado las quejas de los usuarios, me encanta que se avance en la construcción de estos prólogos y que lo que hagamos se traslade a Metal Gear Solid V, pero al saber esto, al comprender el potencial de marketing que tiene, de captar a usuarios nuevos; y polémicas aparte con todo el rollo de la duración, es una pena que una idea tan buena se malogre por un precio que no entiende la realidad de los mercados. Sí, Ground Zeroes es caro, porque más que un juego es un puente perfecto, una catapulta, para llevar a los usuarios a Metal Gear Solid V, y no refleja esa genialidad en su precio. Uno que debería haber sido capaz de hacerle un guiño a los usuarios Gold o a los poseedores del Plus. O quizás lo esté haciendo fabulosamente, quién sabe. El movimiento de Kojima es tan osado y nuevo que sólo el tiempo nos lo dirá.
A mí, personalmente, me interesa muchísimo. Puede definir el futuro camino a seguir en esto de las demos.
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