Nueva generación: nuestra lista de deseos

Con el ciclo de consolas a punto de poner el punto final en cuanto Wii U asome por la puerta de nuestro Corte Inglés más cercano, hemos pensado que es un buen momento para hacer nuestra propia lista de deseos. ¿En qué deben mejorar cada una de las grandes y qué tienen que mantener de lo visto en esta generación?

 

NINTENDO

 

Es la primera en dar la cara y la primera a la que le van a llover palos. Bueno, a decir verdad a Nintendo siempre le caen palos de buenas a primeras por su singular concepción del mercado del videojuego. ¿Qué nos gustaría ver en Wii U? Muy fácil: un online competente y que esté a la altura de lo que ya se ha visto en esta generación tanto en Sony como en Microsoft, que le llevan a la gran N una generación de ventaja. Mejor implementación de los nombres de usuario, o gamertags, o cómo queramos llamarlo, pero que liquiden de una vez el coñazo de los códigos de amigo, que no sirven de nada. Una sistema de trofeos o de logros no estaría mal, otra idea de la que han pasado muy mucho con Wii y que ha sido un éxito entre jugadores de la competencia.

 

También tenemos el eterno tema de los third parties. Si Wii ha sido la primera en abandonar la carrera de esta generación ha sido, aparte de por su escasa potencia técnica, por la incapacidad que ha tenido de convencer a los estudios externos de que era una máquina en la que podían confiar. Paradójico, la máquina más vendida de la generación es la que menos apoyo de terceros ha recibido, que salvo honrosas excepciones nunca han sido capaces de exprimir las posibilidades.

 

Nintendo debe seguir haciendo lo que mejor sabe hacer, crear software para su propio hardware. Quizá las primeras impresiones de New Super Mario U no sean las mejores y Pikmin 3 no sea un enorme pelotazo, quizá debamos esperar al nuevo Zelda de turno, pero la sensación es que Wii U seguirá estando ahí mientras Nintendo dé con la tecla. Esa mezcla de buen software propio unido a unos precios ajustados (aunque el aumento de los juegos va a traer cola) puede ser una buena combinación de cara al futuro a corto plazo.

 

 

SONY

 

Con la llegada de PS3, Sony hizo demasiadas cosas mal. Llegó tarde, con una máquina prácticamente igual a Xbox 360, que había salido un año antes, con un precio desorbitado. Las declaraciones de la compañía y esa sensación de soberbia con la que daban a entender que PS3 arrasaría sólo por la inercia de PS2 pesaron, y mucho, entre los jugadores tradicionales. Curiosamente, con los años puede que sea la más valorada de las tres grandes gracias a su gestión de la crisis de marca y la hoja de ruta que han seguido durante estos años.

 

De cara a PS4 basta con que alguien copie y pegue el párrafo anterior y recuerde no cometer esos fallos jamás de los jamases. Si la máquina sale con retraso, que signifique un salto cualitativo, si su precio es muy elevado, que lo justifique, pero llegar tarde y mal no justificó ninguna de las dos decisiones. Una estrategia de salida acertada les arreglará muchos quebraderos de cabeza.

 

Si, además, Sony mantiene su enfoque en los juegos como elemento central de la nueva consola tendrá mucho ganado entre los jugones. El entretenimiento basado en la consola no acaba de despegar, que se lo digan a Microsoft, pero propuestas como PS Plus lo están petando más fuerte que nunca. Quizá el online de Sony no fue muy interesante al principio de la generación pero en sus últimos momentos han dado la vuelta a la tortilla y han sabido ofrecer contenidos ajustados al valor de lo que piden. Chapeau.

 

 

MICROSOFT

 

Lo primero de todo, Microsoft, no se te ocurra cambiar el mando. Es lo mejor que le ha pasado a mi vida desde el descubrimiento del albornoz y de la freidora —aunque el médico me la haya prohibido— y no encuentro motivo alguno para modificar un diseño que me parece perfecto. Eso sí, la Microsoft que comenzó la generación de manera brillante la ha terminado apagada, más centrada en Kinect y en los contenidos para Xbox Live que en los juegos.

 

Parece como si las tornas hubieran cambiado entre la firma de Redmond y Sony. Microsoft fue la que comenzó con una apuesta muy fuerte por el videojuego hardcore, por robar exclusivas a Sony, por construir un catálogo muy fuerte de first parties y por lograr un online de pago tan bueno que ni te planteabas el hecho de pagar una cuota. Hoy, vive más centrada en el público casual, trata de llenar de contenido Xbox Live sin demasiado éxito y los juegos parecen una rama más de todo el conglomerado.

 

Si Microsoft vuelve a recuperar el empuje de los primeros años de Xbox 360 ganaremos todos, aunque la firma debe reconsiderar su modelo de Xbox Live. La estrategia de Sony co Ps Plus está dejando en evidencia que ya no es necesario pasar por caja para tener un online decente y que los jugadores están dispuestos a pagar, sí, pero a cambio de contenidos que haga que ese desembolso merezca la pena. PS Plus no regala la últimas novedades, está claro, pero en unos pocos meses se ha puesto las pilas de tal manera que ya cuenta con varios imprescindibles en su catálogo. Microsoft, toma buena nota, que diría Lopera.

<< Anterior Siguiente >>