Larga vida al Gjallarhorn de Destiny

Ah, el Gjallarhorn, esa maldita bendición de Destiny. Imagino que sabéis que las armas excepcionales del juego de Bungie son las más cotizadas porque hacen cosas muy interesantes. Resulta que no solo su potencia de fuego extra viene muy bien sino que también incluyen perks únicos, como que puedes envenenar al enemigo o recuperar vida por cada impacto crítico que hagas o subdividir un misilazo en otros seis.

Pues bien, el Gjallarhorn era algo por encima del bien y el mal en el panorama armamentístico de Destiny hasta el punto de que muchas de las estrategias más efectivas en las raids, el Presidio de los Arcanos y el PvP era tirar de uno mejorado a tope. Existía hasta discriminación en torno a este hecho, pues muchos jugadores no eran aceptados en determinados ambientes por no tener un Gjallarhorn, algo común entre los pobrecitos mortales que no juegan (jugamos) como locos porque era muy raro encontrar uno. 

Y ahora, os preguntaréis, ¿por qué hablo en pasado de este arma? Por una sencilla razón. Bungie ha hecho posible comprar el Gjallarhorn por un módico precio en un vendedor llamado Xur que todos los fines de semana está en un rincón de alguno de los dos espacios públicos del Destiny. Esto es algo que ya ocurrió hace un año, aproximadamente, la primera vez que apareció Xur por La Torre, y se ha repetido este fin de semana como una manera de Bungie de despedirse del arma. 

No, no es que vayan a eliminar el arma, tranquilos, pero sí van a cambiar su efecitividad y a hacerla mucho menos potente dado que el número de jugadores que lo usaban para trampear ciertos jefes finales y ciertas zonas de Destiny empezaba a preocupar al estudio. Me parece un movimiento sensato, vaya, y estoy muy de acuerdo con que acaben con la absurda ventaja del Gjallarhorn en comparación con otras armas pesadas, y despedirse de este mito del primer año de Destiny haciéndolo algo común a todos los mortales en su momento de mayor efectividad (pues no reducirán la ventaja del arma hasta dentro de un par de semanas) es algo bonito. También es una señal de que el bajón de potencia que van a ser de aúpa, pero bueno...

Así pues, que esto cuenta como una particular despedida del Gjallarhorn y de las muchas risas que nos ha dado en ciertos jefes finales que no duran apenas un par de asaltos contra un grupo de tres cazadores armados cada uno con un Gjallarhorn mejorado a tope, una mejora de capacidad de armas pesadas en alguna pieza de su armadura y una recarga de munición pesada lista para usar cuando se quedaran sin munición. Ni el mismísimo Skolas a nivel 35 era capaz de soportar semejante castigo.

Obviamente, con la caída del Gjallarhorn, Bungie tendrá que coronar, queriéndolo o sin querer, alguna otra arma de las que incluyan en la nueva expansión, El Rey de los Poseídos, así que no tendremos que esperar demasiado para ver qué rifle de potencia absurda, qué pistola de daño secundario ridículo o qué lanzacohetes con perks injustos se alza como el heredero de este fenomenal arma. ¡El Gjallarhorn ha muerto! ¡Larga vida al Gjallarhorn!