La implicación creativa de los jugadores

Dark Souls II incluirá contenido adicional diseñado por fans, la rebautizada como Bandai Namco celebró un concurso en el que se pedía la elaboración de seis escudos a la comunidad de jugadores. Los ganadores verán como sus creaciones son incorporadas al diseño del proyecto y replicadas en metal a tamaño real. 

 

Dicha iniciativa, a parte de las connotaciones publicistas, en cierta manera rinde tributo a la participación de los jugadores. Aceptamos la modificación personal de juegos y en general el aporte artístico de los usuarios como algo intrínseco a los videojuegos, pero lo cierto es que es una de las características de las que podemos enorgullecernos como comunidad. 

 

Muchos aficionados a la literatura, a la pintura, la música o el cine añaden su huella a las obras para compartir su expresión creativa y personal con millones de fans, en los videojuegos también se da tal fenómeno, como el servicio de modificación que ofrece la comunidad de modders, incluso con fines de comercialización como el caso de DayZ. La expresión e interacción artística de los usuarios de videojuegos se da de manera natural porque éste es uno de los medios más plásticos y flexibles con los que contamos. 

 

Y no es que se trate de una tarea sencilla, hace falta una formación para introducirse en el mundo de los mods, además de una sensibilidad estilística, pero sobretodo hace falta una pasión desmesurada y una identificación popular con las obras. Podríamos decir que los videojuegos son el nuevo arte pop o quizá su evolución, no en el sentido estricto del movimiento nacido en los años 50, sino en su intención de llegar al máximo público posible y hacernos partícipes de cada producto. Esta democratización (hagamos la prueba de preguntar a una persona que nunca haya jugado a videojuegos si conoce a Mario) es la principal razón de que el público de videojuegos sea uno de los más activos y creativos. 

 

 

Otra de las razones obedece sin duda a la juventud del medio y a sus orígenes ligados a las nuevas tecnologías. Por un lado, nuestra generación se ha apropiado del lenguaje del videojuego porque hemos nacido con él, lo estamos viendo crecer y por tanto lo comprendemos a una profundidad que otras generaciones no comparten. Forma parte de nuestra vida diaria hasta el punto de que hacemos nuestros los personajes, las historias, la jugabilidad y los diseños, nos pertenecen porque son nuestra cultura. 

 

Por otro lado, el crecimiento del videojuego siempre se ha apoyado en nuevas tecnologías, ambas han evolucionado a la par y han empapado a su vez a los consumidores, por tanto no es de extrañar que con las herramientas y los conocimientos necesarios se dé el fenómeno de la modificación o el rediseño de manera tan natural, que además es alentado por la propia industria. Tenemos un medio popularizado por la publicidad y el consumo de masas, tenemos un sentimiento de propiedad además de las herramientas para trastear y así crear en base a lo creado, y para que se propague nuestra expresión personal a miles de personas, tenemos Internet.

 

 Así es nuestro momento y nuestra cultura, la que estamos creando entre todos gracias a ese carácter interactivo de los videojuegos que nos empuja a aportar más, a hacernos partícipes de la obra y por tanto a perpetuar el medio y expandirlo. Poseemos todos los medios necesarios para inspirarnos y crear a nuestra vez. Podemos estar orgullosos de darle un buen uso.

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