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La bromita de los animales puede acabar en algo serio

¿Hasta qué punto es legítimo cambiar el producto por las ventas?
Por Rafa del Río

¿Cuál es el animal que más mola? Cada uno tiene sus pros y sus contras, pero creo que uno que indiscutiblemente solo tiene pros es el oso. ¿Quién no ha querido ser uno alguna vez? ¿Quién no ha querido holgazanear y robar alguna cesta de pic-nic? ¿Y llevar sombrero y corbata pero no pantalones? Ser oso debe ser increíble. Metiendo mano al tazón de miel y no haciendo otra puñetera cosa que estar tirado en la cueva todo el día. No son pocos los osos que nos confirman esa circunstancia a lo largo del tiempo y espacio: el oso Yogui, Baloo (que fue hasta capaz de pilotar un avión en su momento), los siempre amorosos osos amorosos o el bueno de Winnie.

 

¿Con ganas de hacer realidad tus sueños oseznos de una vez por todas? ¡Fabuloso! Me temo que hoy es tu día de suerte, y si juegas a videojuegos, doble premio. Agárrate: En esa extraña moda de llevar al videojuego las criaturas animales más peculiares de la vida y fauna natural, la última excentricidad se llama Bear Simulator, está siendo desarrollado por Farjay Studios en Estados Unidos y ya ha sido financiado en Kickstarter a falta de 23 días para cerrar el crowdfunding:

 

 

Ser oso debe molar a muerte. Pedían 29.500 dolares y de momento ya han conseguido recaudar 43.000 dólares. Vete a saber dónde irá a parar la cifra, pero si sigue así, y viendo lo que pasó con el Goat Simulator hace unos meses, no os extrañe que en los próximos tiempos comience a surgir la moda de emular a animales aleatorios en el videojuego, y quién sabe si de esa broma podría surgir una idea estupenda para ponernos en la piel de dichos seres. Quién sabe si, de hecho, de esas ideas acaben surgiendo formas de juego interesantes que nos transporten a un universo en el que nunca habíamos estado de forma seria.

 

El tema animal y el videojuego siempre acaba dando quebraderos de cabeza, PETA mediante, y convirtiéndose en tema recurrente de polémica, pero se pueden contar buenas experiencias de algunos animales más allá de hacerlos antropomórficos, azules, rápidos y dicharacheros. Sería redundante entrar en el territorio de lo que Kickstarter nos está permitiendo y las puertas que está abriendo a ideas que a priori pueden parecer tontas pero que acaban convirtiéndose en elementos interesantes, y si lo de los animales sigue evolucionando, quizás, acabe deparando alguna buena producción más allá de la broma.

 

Si el videojuego trata de ponerse en la piel de otro, ¿qué tal estar en la piel de otra criatura cercana y cotidiana? Si se consigue desarrollar una experiencia fuera de los límites de las horas inacabables de juego y consiguiesen transportarnos a alguna fabula o cuento del que pudiésemos ser partícipes de forma activa estaríamos ante una producción cuanto menos curiosa. Y esa experiencia únicamente puede deliberarla nuestro medio. ¿Cómo? A la espera quedamos de ver cómo se desarrolla la nueva y extraña moda.


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