Kiss Me First y las relaciones sociales a través del videojuego
Se arrastra cierta imagen errónea que, a pesar de los años que han pasado, no termina de desaparecer de la cultura del videojuego. Para muchos, un jugador, un gamer, sigue siendo una persona introvertida que no quiere relacionarse con los demás. Este tipo de ideas suelen surgir de cobardes que analizan el mundillo desde una perspectiva ajena, fuera y lejos del mismo. Cualquier persona que entienda y comprenda el fenómeno ‘gamer’, entenderá también que el mercado de los videojuegos ha evolucionado mucho. En los últimos años, aunque todavía existen y son magníficas en su gran mayoría, las aventuras para un solo jugador han pasado a segundo plano. Prima el multijugador, “relacionarse” con otros a través de una pantalla.
Por suerte, esto también ha empezado a reflejarse en la cultura popular. El caso más cercano ha sido el de la adaptación cinematográfica de Ready Player One. Puede que ni libro ni película sean para tanto, pero la gran cantidad de guiños que ambos traen del mundo de los videojuegos sí es digna de mencionar. De hecho, Ready Player One sufrió cambios en el cine, adaptándose a la cultura actual mostrando referencias a juegos recientes, como Overwatch. La idea, en cambio, era la misma. A través del videojuego puede conseguirse un ecosistema social estable y sano. Es evidente que no podemos ignorar los casos clasificados como enfermedad, pero hoy toca ser algo más positivos con la industria.
Creada por Bryan Elsley, ahora nos llega Kiss Me First. Esta es la nueva serie de Netflix, una ficción que nos muestra la interacción más personal entre los jugadores de un MMORPG, género que suele escogerse para este tipo de temáticas. En esta nueva obra de seis episodios (ya estrenados en Reino Unido, ahora llega a nosotros) conocemos a Leila (Tallulah Haddon), una joven solitaria que encuentra refugio en Azana, un mundo virtual que le ayuda a evadirse de su vida real. Leila conocerá a Tess (Simona Brown) y a un grupo de jugadores con los que, además de vivir aventuras, conectará de una forma especial que no es capaz de conseguir más allá de esta realidad alternativa. Porque eso es para muchos usuarios el mundo de los videojuegos.
Según parece, Kiss Me First busca profundizar en el concepto de amistad online entre jugadores que no saben nada de la vida real del otro. A veces, gracias a ese desconocimiento, conseguimos conectar con otras personas de una forma que es casi imposible en el cara a cara. Los videojuegos han sido siempre un gran aliado para aquellos con problemas sociales y dificultades para relacionarse. No obstante, no hace falta sufrir ningún tipo de ansiedad social para ser capaz de valorar este tipo de relaciones. Seguro que a muchos de nosotros nos toca darle las gracias a los videojuegos. Yo misma he encontrado gracias a ellos (y a la prensa especializada en videojuegos) a algunos de mis mejores amigos. También tengo conocidos que conocieron a su ahora marido o mujer a través de juegos online. No es algo extraño, no es algo raro que debamos juzgar. Es, al fin y al cabo, una evolución más en cómo se relaciona el ser humano.
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