Just Cause 3 nos empalma a todos
El anuncio de Just Cause 3; o preanuncio realmente, nos ha puesto cachondos a todos. Pero ¿por qué? ¿Qué poder tiene la marca para que todos nos alegremos con el mero aviso de que podremos volver a verlo entre nosotros? Porque Just Cause 3 es un juego de molar. Sí, así es.
Lo hablábamos en el podcast de la semana pasada. Hay varios tipos de juegos: está The Last of Us, que nace con la misión de cambiarte la vida y también otros como este o Far Cry 4. Estos dos últimos ejemplos no buscan innovar, ni cambiar las reglas ni tan siquiera hacer evolucionar de manera absoluta sus mecánicas; en realidad las modifican lo justo para adaptarla a los cánones del momento y para que tenga un toque a nuevo. Pero ser nuevo no es su misión, sino volver a hacernos disfrutar como el anterior.
Pero ser un juego de molar no es tan fácil como parece. La misma saga Assassin´s Creed lleva tiempo intentándolo, solo que la marca de Ubisoft parece no querer decidirse si está ahí para cambiarte la vida o para gustar sin más; y sinceramente, es cuando el título busca hacerte disfrutar, sin pretensiones, cuando consigue un mayor cariño por parte de sus fieles. Call of Duty es otro videojuego dirigido para sus fans y solo ellos lo entienden. El último Advanced Warfare sigue siendo en esencia lo mismo pero actualizado para que suponga un dulce regreso de sus hordas de amantes, yo incluido.
Y así llegamos a Just Cause 3 ¿y qué tiene este en concreto para llegar a ocupar el podio de esta clasificación? Pues un gancho, un mundo abierto y la posibilidad de hacer cafradas volando por los aires; pero eso sí, siempre sin que se le vaya demasiado la pinza a la jugabilidad (lo de los paracaídas infinitos entra dentro de la normalidad). Just Cause 2 permite derrotar a toda una base militar y lo que te brindan para ello es un plus de movilidad vertical y horizontal con el popular gadget, pero en ningún momento te regalan el fortín, hay que currárselo, hay que ser ingenioso y hay que saber cómo y a donde moverse.
No hay que confundir estos juegos con los generosos títuloa dedicados para fans, productos exclusivos para un público concreto que tienen la condenada manía de, en lugar de ofrecer más y más contenido o una jugabilidad más pulida, ofrecen año tras año lo mismo e incluso menos. Hablo de todas estas japonesadas que nos llegan y en concreo de la serie de Naruto de CyberConnect 2, que comenzó como juego de molar y terminó como producto exclusivo para fans, cada vez con menos contenido.
Espero que este artículo sobre los tres verdaderos géneros del videojuego os haya hecho más sabios y que junto con la mitad del panorama de jugadores celebréis el anuncio de un Just Cause 3 aún sin saber realmente nada de él. Porque es un juego de molar, y punto.
Hasta aquí creo que todos estamos de acuerdo, pero ahora llega la pregunta incómoda de Mou: ¿Cuántos de los que nos hemos alegrado de esta noticia nos lo vamos a comprar de lanzamiento a 60 €? (Dramatic Look)
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