I am Setsuna, el segundo mejor juego de Switch por ahora

I am Setsuna es el mejor juego que podéis comprar para Nintendo Switch si ya habéis llegado al final de The Legend of Zelda: Breath of the Wild. La versión portátil de la nueva máquina de Nintendo le hace un tremendo favor al juego, a uno precioso y tremendamente evocador; aunque eso sí, para ser una edición de un juego de hace un año se nos antoja un poco caro. También es cierto que 39,99€ es el mismo precio que tiene en Steam y en la store, pero habría sido una oportunidad fantástica para rebajarlo a 14,99€. Tampoco habría estado mal traerlo en español, por lo menos

 

I am Setsuna es una hermosa recopilación de todo el trabajo de Square Enix en los años 90, mezclado con detalles de los primeros 2000. Jugar a este título es pasearse por Final Fantasy VI, Chrono Trigger, Final Fantasy IV, VII y hasta el X. El año pasado Square Enix inició una iniciativa llamada JRPG Tokyo Factory, un proyecto diseñado para recuperar el espíritu del JRPG más clásico. El primero de esos proyectos fue este I am Setsuna, toda una declaración de intenciones.

 

 

Menciono la idea de creación de este proyecto porque I am Setsuna acaba siendo como una toma de todos los referentes que nos han enamorado de la época de los 16 bits. Nada más y nada menos. No acudáis a I am Setsuna buscando nada más que una historia a caballo entre Final Fantasy X y VI, de desarrollo lento pero que sabe ir al grano. El combate es el de Chrono Trigger y por el camino nos encontraremos con muchísimos referentes al resto de Final Fantasy, tanto en el concepto de viaje en sí como en la narración y las batallas. No innova, este juego solo quiere recoger referentes.

 

Lo que aporta I´m Setsuna es un tono sobrio y un estilo artístico que reconvierte los píxeles en modelados redondeados, muy bonitos, pero que pierden la tremenda expresión que manifestaban aquellos en Final Fantasy VI. La gran aventura de Terra supuso la maduración de este estilo artístico en la manera en la que usaba para hablarle al jugador; inolvidable, entre tantas, la escena en la que Cyan se despide de su mujer y su hija tras superar al tren del infierno. También se agradece que las mazmorras sean más navegables, con unos diseños que permiten regresar rápidamente a sus inicios.

 

Es por ello por lo que I am Setsuna resulta interesante. Es un nuevo comienzo con un nuevo estilo artístico que aún no sabe expresarse del todo bien, recogiendo todas las enseñanzas de sus antepasados pero con miedo a trascender sobre ellas. No aporta nada nuevo, pero cuando llegas a su remate descubres que esa no es su vocación. Cuando juguéis a I am Setsuna imaginaos a un grupo de desarrolladores metiendo en un cajón todas las cosas que les han maravillado de los JRPG clásicos, eso es este juego. Lo que pretende es decirte que sí, que a ellos les gusta lo mismo que a ti y que llegarán nuevos videojuegos capaces de aportar sus propias ideas sobre esta sólida base. Si todavía no has jugado a I am Setsuna este es un momento inmejorable.

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