Guilty Gear se vuelve más táctico, tenso y contundente con Guilty Gear -Strive-
Guilty Gear -Strive- es, como todos los trabajo de Arc System Works, un sobresaliente juego de lucha; o al menos apunta a ello. Durante este fin de semana he podido jugar a su beta. Me ha encantado, pero también sorprendido por su nuevo ritmo de juego y por la contundencia de los golpes de sus personajes.
A diferencia de juegos más recientes de la desarrolladora como Dragon Ball FighterZ, este Strive rebaja la velocidad del movimiento de sus personajes o la extensión de golpes de sus combos. El título se acerca más a Street Fighter V e incluso a Samurai Shodown en ocasiones que a la anterior iteración de la franquica: Guilty Gear Xrd. En este sentido, se pueden encontrar paralelismos de este juego con el reciente Granblue Fantasy Versus, que también perseguía dinámicas de combate similares.
Como en este, los personajes se presentan más diferenciados que en anteriores entregas, e incluso a la hora de seleccionar luchador se nos informa de sus pros y contras. Strive nos advierte de qué luchador es mejor a larga, media y corta distancia, lo que es una declaración de intenciones de lo que va este juego: de medir las distancias a la perfección.
Pero a diferencia de aquel, Guilty Gear – Strive- no promueve tanto el aprendizaje temprano. Los movimientos hay que saber hacerlo, jugar mal se castiga y ser agresivo mal se acaba penalizando. Esto rompe con una de las señas característica de la franquicia: atacar, atacar y atacar ya no lo es todo, la defensa y los contraataques son importantes. Resulta crucial conocer cómo se comporta tu rival y saber cuándo y cómo entrar o se te penalizará, ¿y cómo? Pues con movimientos contundentes. No sé si será algo que se modificará en la versión final del juego, pero cada golpe quita una barbaridad de daño, lo que logra que aunque el ritmo de juego se haya tensado y reducido, los encuentros siguen siendo breves.
Más táctico, más defensivo y mucho más rotundo pero sin olvidar su agilidad, Guilty Gear -Strive- es sobresaliente en lo que ya nos tiene acostumbrados Arc Sytem Works: en lo estético y gráfico. Lo de este juego es una chaladura: personajes enormes que se mueven con gracia y soltura, movimientos especiales bien animado y un uso magistral de la cámara.
He quedado muy satisfecho con lo que me he encontrado en esta demo porque el título ha virado a los tipos de juego de lucha que a mí me gustan: combos rápidos, breves y rotundos, la necesaria medición de las distancias entre personajes y una ejecución placentera de los ataques, pero puede que los que entienden que Guilty Gear es otra cosa se sientan decepcionados. Durante esta beta, eso sí, el rendimiento online ha sido decepcionante. Personalmente, no me gustan mucho los lobby de esta gente. Me siento más cómodo con menús que con los HUB que construyen; pero para valorar estas cuestiones habrá que esperar a su lanzamiento oficial.
En definitiva, el cambio de rumbo de este Guilty Gear -Strive- me ha gustado mucho. Ya tengo ganas de disfrutar de él a pleno rendimiento este 2020, todavía sin fecha de lanzamiento definitiva.
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