Fallout 76 Wastelanders es mucho más que misiones y PNJs
La semana pasada llegaba Wastelanders totalmente gratis a Fallout 76 en todas sus versiones. Una tremenda expansión que muchos han dado en bautizar como Fallout 5. Y no es para menos, pues incluye PNJs, misiones, secundarias, nuevos enemigos, varias campañas y sustanciales mejoras de rendimiento a la vez que abre nuevas localizaciones y modifica las existentes.
Fallout 5
El otro día os comentaba cómo Wastelanders recupera la experiencia clásica de la saga para Fallout 76 con un espíritu que va más allá del trabajo de Todd Howard y toma elementos del pasado de la saga. Hoy, tras cinco días paseando de forma intensiva por Appalachia bajo la piel de un nuevo personaje, puedo garantizaros que Wastelanders es mucho más que la inclusión de los PNJs y las añoradas opciones de diálogo. La nueva expansión gratuita de Fallout 76 aprovecha hasta el último Mb de sus más de 59 Gbs para hacer de su oferta de juego algo más intenso, más bonito y mejor que lo que fue en su lanzamiento en noviembre de 2018.
Lo primero que llama la atención al volver a Appalachia es la aparición de los PNJs y de una lista de misiones que cambian la experiencia de juego. Nuevos elementos que bailan a un mismo ritmo junto a las campañas ya existentes. Fallout 76 se reinventa como todo lo que los fan esperábamos de un hipotético Fallout 5, y lo hace cubriendo todos los campos de mejora más allá de la llegada de los yermenses. West Virginia es ahora mucho más impresionante que antes, con una iluminación que cambia totalmente la sensación de juego. A su lado un trabajo de texturas que hacen de Wastelanders una demostración de cómo tratar a la comunidad y al usuario dando servicio a tu juego mucho después de haber caducado el periodo de monetización.
Fallout 76 Wastelanders se ve ahora mejor que nunca. Y lo hace tanto en unos exteriores más vivos, mejor iluminados y mejor texturizados, como en unos interiores reestructurados con más detalles, más lóbregos y con un diseño más inteligente de cara al cumplimiento de las misiones. West Virginia es más digna ahora de sus leyendas con un mundo que resulta más agradable de explorar y un comportamiento de la IA enemiga más inteligente que se une a nuevas animaciones y estrategias de ataque.
De nuevo lo viejo
Sin embargo, más allá de las novedades, los PNJs, su aspecto más trabajado y las nuevas melodías que hacen de la experiencia algo mucho más inversivo, lo que me ha enamorado de Wastelanders es cómo consigue que sientas su oferta como algo nuevo, distinto y original respecto al juego base. Ya no es la cantidad de contenidos que han añadido, incluidos personajes, atuendos, armaduras, armas, localizaciones y enemigos, sino cómo han modificado lo que ya conocíamos para que sintamos que esta nueva vuelta sigue siendo tan fresca como la primera vez. La primera misión de los protectores en el aeropuerto de Morgantown es toda una declaración de intenciones con un nivel totalmente rediseñado que poco o nada tiene que ver con el que jugué hace ya casi dos años. Nueva ruta, nuevos enemigos, un escenario totalmente reconstruido para que se ajuste más a lo que Fallout necesita y, al final, emoción. La emoción de ver que Bethesda se lo ha tomado en serio y ha querido jugar a sorprender a todos los jugadores, tanto los recién llegados como los que ya somos veteranos en Appalachia.
El broche final lo ponen, como no podría ser de otra forma, los diálogos. Bethesda recupera para Fallout 76 el roleo de los primeros episodios con unos diálogos que dependen de las estadísticas de nuestro personaje, nuestra interpretación del mismo y lo que deseemos hacer en cada situación. Las conversaciones, perfectamente dobladas al castellano, recuperan el formato clásico en lista y nos permiten amenazar, regatear, ser unos santos, echarle coña al asunto, cagarla estrepitosamente o ir de bordes por la vida. Todo un acierto en cúmulo de logros que superan las buenas intenciones y que vuelven a poner Fallout 76 en el punto de mira de quienes quieran jugarlo de nuevo o por primera vez ahora que vuelve a ser ese nuevo viejo amigo que muchos echaron de menos.
¡Nos leemos!
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