El refugio del jugador
Será una sensación propia, pero siempre he visto septiembre como el segundo enero del año. La naturaleza adopta otro color, el clima se estabiliza, empiezan nuevas etapas escolares y echamos de menos las vacaciones que han sucedido como si de un parpadeo se trataran. Y, en esta ocasión, hemos terminado el verano con la indecisión sobre la consola que querríamos comprar en los próximos meses, sabiendo que se acercan más juegos que luchan por convertirse en el GOTY.
Un julio y agosto llenos de anuncios, y con la perspectiva de nuevas noticias y opiniones en las próximas semanas, provoca que el jugador pueda sentirse abrumado y necesite desconectar levemente. Y, si este usuario desea evadirse dentro del mismo sector, tiene un amplio abanico en el que elegir. Aunque un título se presente como ideal para descansar, puede haber mil variables que cambien esa decisión. Porque el concepto de relajarse con los videojuegos tiene unas características muy distintas según el tipo de jugador.
Los títulos que tengan fama de tranquilos, tanto por la comunidad como para la prensa en general, son atrayentes cuando se trata de descansar en medio de tal vorágine de anuncios. Pero claro, dentro de esto existen varias distinciones y expectativas que calmarán más o menos a cada persona. Se puede considerar un descanso el hecho de deslizarse por la arena y apreciar la infinidad en Journey. O quizás se prefiera disfrutar de la cotidianidad a través de la socialización amable y el mantenimiento de las flores en Animal Crossing. Y, si todavía no se ha dado con la tecla, se puede probar con la exploración en cualquier juego de mundo abierto que interese lo suficiente como para descubrir todos sus rincones.
Sea como sea, se disfruta haciendo camino, recorriendo estepas y paisajes, e incluso realizando actividades cotidianas tales como hacerle un favor a un vecino o terminar la misión de llevar 10 grillos a un joven enamorado. Pequeñas cosas que nos transmiten tranquilidad en el momento que nos vaya mejor, pues son juegos en los que vamos avanzando a tu ritmo.
No obstante, la novedad puede hacerse pesada dentro de una época en la que solo se esperan noticias que nos dejen boquiabiertos. Y los títulos cuya base sea repetitiva pueden convertirse, a su vez, en un refugio. Pero no me refiero a aquellas aventuras en las que siempre hay que hacer las mismas acciones, sino que hablo de los juegos online donde el simple hecho de encontrarse con amigos y todo tipo de jugadores puede cambiar una partida por completo. Free to Play simples como League of Legends a los que hemos echado demasiadas horas como para abandonarlos, o éxitos veraniegos ridículamente divertidos como Fall Guys. La cuestión es entrar en algo ya conocido, que no requiera ni aprender nuevas mecánicas, pero lo suficientemente variable como para que se añada emoción en una partida que siempre se basa en los mismos principios.
Al fin y al cabo, el objetivo es que el jugador se sienta cómodo en el entorno virtual que más le plazca. Es por ello que, ignorando todo lo anterior, hay personas que prefieren volver a los títulos que han completado más de una o dos veces sin que tengan nada que ver con el sosiego y el refugio. Porque hay jugadores que llegan a sentirse bien ante las frustraciones producidas por Miyazaki en Bloodborne o Dark Souls, o que disfrutan de la tensión casi insoportable de títulos de terror como Silent Hill o Resident Evil. Es tiempo que no se quiere utilizar para descubrir nuevas obras, así que puede utilizarse perfectamente para revisitar juegos de la infancia o títulos retro con ayuda de consolas virtuales o emuladores.
Se valora mucho que cada año se lancen entregas más o menos trabajadas que ayuden a respirar cuando estamos siendo bombardeados con tantas noticias, anuncios y expectación general. Pero no significa que sean la única alternativa par refugiarnos en un sector tan variopinto. Porque descansar puede equivaler al disfrute de paisajes y caminos que ofrecen los walking simulator, pasar el rato con los amigos en juegos de estrategia, o, simplemente, redescubriendo entregas antiguas que nos sabemos al 100%, pero que nos transmiten tan buenos recuerdos que es imposible no volver cada cierto tiempo. En definitiva, el jugador es el que tiene el mando de su propio divertimiento, y si encuentra la tranquilidad en entregas frenéticas o frustrantes, que así sea.
<< Anterior Siguiente >>