1. Mundogamers
  2. Noticias
  3. PS4

El platino de Sekiro está mal planteado

Farmeo y terceras vueltas
Por Julián Plaza

Nunca he sido especialmente fan de sacarme el platino, de hecho es algo a lo que no presté demasiada atención hasta mi tercera partida en Bloodborne. Tampoco es que a partir de él haya empezado a ser un cazador de copas plateadas, pero sí que me he animado más a conseguirlas a poco que sean agradecidas. Tanto si es por mérito como si es por ir haciendo y sacarlas sin demasiada complicación -siempre que siga siendo divertido, claro-, hay algunas veces que me llaman la atención.

 

El caso es que Sekiro es uno de aquellos casos en los que ya vas predispuesto a saber qué te pedirán, cuáles serán los requisitos para lograr el trofeo final y tener esa píldora extra de satisfacción. Una que, ya sea dicho, también te sirve para pegar carpetazo al juego quedando satisfecho. Pues bien, resulta que en From Software han diseñado especialmente mal esta guinda para completistas. Os cuento.

 

Sekiro

 

Mientras la mayoría de trofeos se obtienen de forma natural, hay cuatro que son clave y se consiguen: visitando todas las zonas, matando a todos los jefes y minijefes, desbloqueando todas las habilidades y consiguiendo todas las mejoras para la prótesis. A esto hay que sumarle que los de las zonas y los jefes deben alojarse en la misma partida, no vale que vayas a por lo que no hiciste en la primera vuelta, también debes repetir lo que sí. Y ahí empieza el drama.

 

Primero porque hay puntos de no retorno que hacen que no puedas deshacer el entuerto si, como a mí, se te ha olvidado volver a por el Siete Lanzas de Ashina. Segundo, porque la gran carpa de colores cuenta como uno, y si ya hiciste su quest en la primera vuelta, sinceramente da toda la pereza volver a recorrerla. Pero el problema no está solo aquí, ya que para completar los dos árboles (prótesis y habilidades) hay que terminar farmeando puntos de experiencia y consiguiendo algunos ítems con drop limitado. La antístesis de lo que propone el juego.

 

Sekiro

 

 

Creo, sinceramente, que necesitar casi tres vueltas para descubrir todo el moveset del Lobo no puede entenderse de otra forma que no sea como un mal diseño del juego. El de Sekiro es un platino que exige repetición hasta la saciedad, o en su defecto que tires de guía y optimices tu segunda vuelta para no verte abocado irremediablemente a una tercera. He visto los cuatro finales, voy por la tercera vuelta y todavía me quedan horas de farmeoo para el 100%. Algo está mal.


Recuerdo con especial aprecio el platino de Bloodborne porque, además de no obligarte a hacerlo todo en la misma partida, te pedía escarbar hasta el fondo de las mazmorras del Cáliz para enfrentarte a un jefe secreto. Quizás es lo que aquí también echo en falta, un reto/recompensa difícil de obtener que sustituya otros trofeos que son malas maneras de alargar la experiencia. Supongo que me lo sacaré, pero no ahora. En estos momentos solo está consiguiendo empañar un juego del que quiero atesorar un buen recuerdo.


<< Anterior Siguiente >>