El lenguaje narrativo a través del vestuario de Nier: Automata
Yoko Taro es un cabrón. Sus obras son tristes, devastadoras e insensibles; odas a los aspectos más retorcidos del comportamiento y sentimientos humanos. Maravillas que obligan al jugador a presenciar la caída de unos personajes dentro de su propio pozo de desesperación personal.
Parte del encanto que caracteriza las entregas creadas por el director nipón es la combinación de narrativa explícita e implícita. Datos e información sobre la historia de los títulos que impactan intensamente, pero con una irónica sutileza, a través de la psicología cada vez más dañada de los personajes. Detalles casi imperceptibles imbuidos de gran carga emocional que logran sacar a la luz esa irracionalidad nuestra de disfrutar de la miseria en forma de producto de entretenimiento.
Podría sacar decenas de artículos sobre Nier: Automata y los aspectos, irrelevantes a primera vista, que lo convierten en una obra digna de ser estudiada por sus componentes artísticos y conceptos de la psique humana, aunque no siempre acierte. Pero hoy me centro en la combinación de ambas partes, como sucede con la vestimenta de los androides y los mensajes que transmiten unas prendas. Y sí, es necesario hacer spoilers para ir desgranando la importancia de los trajes de 2B, 9S y A2.
Antes de empezar Nier: Automata me dediqué a ver vídeos explicativos de toda la trama de Drakengard y Nier, así como la relación que los sitúa dentro de un mismo universo. Y aunque este cúmulo de sucesos entre videojuegos me fascinaron en gran medida, a la vez que descubría la predilección de Taro por los finales desoladores, éste fue el primer estímulo que llamó la atención de mi cerebro por el título en cuestión. Esto se produjo en un segundo, en el tráiler presentado en un E3, cuando mi mirada se centró en la estética peculiar de los androides.
Un contraste de diseño evidente entre un planeta post apocalíptico, en ese periodo entre el destrozo urbano general y la reconquista de la naturaleza, y la elegancia y limpieza casi estéril de los personajes y la organización YoRHa en general. Prendas negras y cabello blanco que no solo aluden a la pulcritud de 2B y 9S, sino que también representan la firmeza y convicción propia de los androides, como individuos mecánicos, en su lucha contra los robots. Una percepción que también se observa en las conversaciones con los miembros de la resistencia, humanos del mismo bando con una forma de vestir más desgastada y colorida, pero con principios distintos.
El vestuario apenas se desarrolla en los personajes principales, a pesar de que la serie de eventos que viven les genera un nuevo espíritu crítico que les hace sospechar de las acciones que deben llevar a cabo. En el caso de 9S, aunque es quien más desarrolla su personalidad y, probablemente, el que pasa más claramente por las diferentes fases del duelo, no cambia de prendas a no ser que el jugador decida personalizarlo. Sus descubrimientos respecto a la guerra que libran androides y robots le dañan de forma paulatina y, a pesar de que el clímax se produce al final del juego, no han formado un impacto tan grande como para que afecte a su manera de vestirse.
Algo que sí le ha pasado a A2, una figura desafiante a YoRHa que ha renegado de la ideología de la organización, por lo que se muestra desarreglada y sucia como consecuencia de su obsesión por matar robots como única razón de su existencia. Pero el detalle más destacable de dicha androide durante el primer encuentro, en cuanto a su aspecto físico, es la ausencia de la venda que tienen todos sus excompañeros.
La venda debe ser la prenda con más connotaciones psicológicas que existe, pues siempre se ha representado como la ignorancia ante una problemática obvia. Y Nier: Automata repite esta definición implícita con 2B, 9S y A2.
Lo que se observaba como un sencillo accesorio que queda bien en un contexto extraño y mecánico, ya que inicialmente hablamos de robots y androides sin sentimientos ni motivaciones personales, se transforma en un mensaje gracias a la estética diferencial de A2. Una fugitiva iracunda que considera a YoRHa una institución traidora. Esta información se desvela levemente en el primer encuentro, pero se prevé un trasfondo mucho más profundo ante la ausencia de la venda, componente que subconscientemente asociamos con la ignorancia de información importante.
La presencia y aspecto de A2 tan solo deja caer este detalle, ya que se repite con claridad en las escenas más relevantes para la trama de 2B y 9S. 2B actúa desde el principio de la partida más a favor de los valores de YoRHa que de sus propias ideas, y técnicamente muere sin conocer la verdad sobre la organización y su falsa misión. No obstante, tiene un par de momentos en los que pierde la venda en aspectos relacionados con su propia personalidad.
En el Final A asesina a 9S sin dicha prenda y llora lo que cree que es su pérdida. Al saber que su compañero se había salvado, acepta por fin que puede sentir cariño hacia otros individuos, aunque siempre hubiera actuado fríamente ante otros. Por otro lado, en el momento de su propia muerte, consigue ver a 9S una última vez y le llama por su apodo “Nines” que siempre había evitado. En este contexto tampoco lleva la venda y se vuelve a centrar en 9S no solo como un personaje al que le tiene cariño, sino a quien le tiene más cariño de todos. En el caso de 2B, la venda no es más que la ocultación de sus propias emociones.
Con 9S se crea otra situación, ya que se mantiene la venda a lo largo de su espiral hacia la locura, y la pierde temporalmente en la torre cuando se desvela toda la verdad sobre YoRHA. Esta escena se destaca, además, por el plano de sus ojos grandes descubriendo el destino de los androides de morir cíclicamente para mantener una farsa. Quizás es el momento que mejor representa la manía de Yoko Taro por darle gran profundidad a un detalle que creíamos sin importancia, en este caso, pensando que tan solo se trataba de un accesorio molón.
Nier: Automata no destaca precisamente por la variedad de sus colores, una decisión comprensible por el contexto que se le ofrece al jugador. Sin embargo, con la gama cromática con la que juega consigue comunicar detalles que el usuario percibe de manera inconsciente mediante unas prendas diferenciales.
No tengo ninguna duda de que se pueden sacar más reflexiones a partir de las decisiones de diseño de los personajes de Nier: Automata. Sutilezas, pinceladas y pequeñeces que consiguen un enorme protagonismo a la hora de contar la historia y los pensamientos de A2, 2B y 9S. Aspectos típicos de la mente de Yoko Taro, aparentemente sencillos, pero que acaban formando parte de esa narrativa implícita que convierte a este título en una gran obra.
<< Anterior Siguiente >>