El juego de aventuras necesita nuevos referentes

Entre 2016 y 2018, los máximos exponentes del videojuego de aventuras habrán cerrado sus respectivas historias. Nathan Drake ya puso punto y final a sus tumbos por el mundo con El Desenlace del Ladrón, y a finales de verano Lara Croft culminará su conversión en experta aventurera, y salvadora del mundo, con un cierre de trilogía. Esto nos llevará a una nueva realidad sin futuros estrenos, un escenario apto para relevos generacionales.  

No sé vosotras y vosotros, pero servidor necesita un descanso en lo que a las aventuras por junglas, desiertos, cumbres nevadas y templos ancestrales se refiere. Aunque Uncharted y Tomb Raider tienen elementos diferenciales, no se libran de ser los Call of Duty y Battlefield de su propio género. Están destinados a compararse y es difícil que no se repitan temáticamente, por mucho que hayan sabido esquivar la saturación del jugador distanciando un estreno del otro. El caso es que tras Shadow of the Tomb Raider habrá llegado la oportunidad de mirar hacia otros horizontes. Pues bien, ¿dónde?

Necesitamos nuevas caras. También nuevos mundos. El videojuego de aventuras necesita mirar a juegos como Beyond Good and Evil 2 o el nuevo God of War y encontrar un camino en el que tener un nuevo referente. Me encantaría que se apostase por un protagonista que tomase películas como El Quinto Elemento, Mad Max o Guardianes de la Galaxia como referencia, un lanzamiento con dosis de humor, espectacularidad y despliegue artístico que nos mantenga pegados a la pantalla.

En Naughty Dog están demasiado liados con The Last of Us Part II como para esperar algo nuevo de Uncharted y en Square Enix darán un merecido descanso a Lara; es ahora o nunca. Tomb Raider seguramente volverá dentro de unos años, y todos ganaremos si se encuentra con una nueva franquicia con la que medirse el lomo. Este tipo de videojuegos necesita revisar sus mecánicas de escalada, el mix entre sigilo y acción y, en especial, necesita buenas historias. Carisma. Eso último es lo que hemos perdido al despedirnos de Nathan Drake, y es en lo que más ha flojeado la presente trilogía de Crystal Dynamics y Eidos Montreal.

¿Por dónde creéis que debería diferenciarse el nuevo aspirante al trono? Yo apostaría todo por un Uncharted de aventuras espaciales, o por una nueva franquicia de exploradores con un protagonismo coral, con más de una cara. De Uncharted rescataría el colegueo entre Drake, Sully y Elena, y de Tomb Raider me quedaría con las tumbas opcionales. Lo que tengo claro es que no quiero más de lo mismo, y me da que es una opinión compartida.