El early-adopter de Xbox One merece una disculpa
¿Debe Microsoft compensar al early adopter? Ese vendría a ser el debate actual con respecto al Kinectgate y a la nueva marcha atrás de Microsoft en Xbox One. ¿Qué debería hacer? ¿Qué hará? ¿Cómo ejecutará el cambio y a cuenta de quién? La respuesta está contestada desde hace días: no habrá compensación. No habrá ningún tipo de disculpa al usuario que compró la máquina en su momento y que no tuvo derecho a escoger si quería o no un accesorio que de sobras ha demostrado no ser necesario para la experiencia Xbox One.
El problema aquí es precisamente ese: no son pocas las declaraciones en las que Microsoft presentaba la máquina con Kinect como una experiencia indispensable única, irrepetible y que bajo ningún concepto podían ir por separado. No es que lo dijese yo o ningún otro periodista compañero, no es que muchos encendiesen la nueva cámara y quedaran maravillados con su funcionamiento y quedase justificado en ese parámetro los 100 euros extra que valía frente a la competencia. Si no ha pasado ni 7 meses desde su lanzamiento, ¿cómo es posible que ahora se echen atrás y quieran irse de rositas?
Se trata de un absoluto atropello al usuario. La posición del usuario que no tiene la máquina ha sido la del listillo: 'se veía venir' y 'eso pasa por comprar la máquina pronto'. Esa no es la actitud: la actitud es que Microsoft ha metido la pata hasta el fondo de nuevo, y que los tres millones de usuarios que han comprado Kinect de forma obligada sin motivo u obligación aparente que realmente justificase el desembolso de esos 100 euros merece un trato más serio que esa actitud tan española del 'te lo dije'. Habría que analizar qué ha pasado, qué se dijo y qué vamos a recibir.
Los de Redmond puede que tengan una máquina maravillosa, un catálogo futuro estupendo y un Games with Gold cerca de estrenarse en la next-gen, pero deben una disculpa y una explicación al early-adopter. Han minado de nuevo su credibilidad, que vale más barata que cualquier Kinect ahora mismo. Han tirado abajo, de nuevo, meses de declaraciones y patochadas absurdas que al final han acabado comiéndose por descuidados. Una actitud sonrojante que lleva al jugador de One a ser tomado, de nuevo, como el pito del sereno.
En el E3 tienen una ocasión estupenda para disculparse. ¿Esperáis algo? Yo no. Pero que vayan sumando motivos y enemistándose con el usuario, que les va a acabar saliendo caro con el tiempo.
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