Day of Infamy y la dificultad de destacar entre Call of Duty y Battlefield
Day of Infamy es un buen título multijugador competitivo. Funciona bien como shooter y puede contentar en todos los aspectos a aquellas personas que busquen una experiencia de este estilo, regresando al pasado. El problema es que debe convivir con los grandes títulos del mismo género y lo que ello implica. Es decir, es muy complicado que pueda llegar a plantar cara a grandes nombres de la industria que, encima, cuentan con presupuestos increíblemente más grandes.
Por ejemplo, si te gusta la ambientación y el estilo de juego Day of Infamy, bien puedes acceder a Battlefield 1 y disfrutar de un juego mucho más grande en todos los sentidos, pulido, portentoso y con una comunidad fiel que sabes que siempre va a permanecer ahí. Lo mismo ocurre con Call of Duty: igual te ha cansado el rollo futurista y los saltos en jetpack y Day of Infamy es una buena alternativa, pero también lo sería la remasterización de Call of Duty Modern Warfare o incluso disfrutar de títulos míticos como Call of Duty Black Ops 2 gracias a las opciones de retrocompatibilidad, que son juegos más completos en todos los sentidos.
Es decir, que por muy bien que lo haga Day of Infamy, siempre va a estar un paso por detrás de esos portentos del género que sabemos que están ahí. Y es complicado que ahora mismo yo pudiera recomendarlo por encima de esos videojuegos. No creo que sea culpa de la propia obra, ni del estudio de desarrollo que ha hecho un buen trabajo, sino de las circunstancias. Muchas veces hablamos de que no podemos valorar a un título comparándolo con otros, pero ¿hasta qué punto en este caso sería beneficioso para el juego y, sobre todo, para los posibles compradores?
Lo que es obvio es que los estudios independientes, aquellos que tienen muchos menos recursos que las enormes compañías que pueden hacer todo y más en sus juegos, tienen las de perder en muchos géneros concretos. Hay otros estilos de juego, más artísticos, pausados, donde quizás la innovación y la inteligencia de los desarrolladores son clave, que pueden destacar a pesar de que haya otros ejemplos mucho más grandes. En casos como los shooters en primera persona, baluarte de la industria de los videojuegos en general, no ocurre. Day of Infamy es un buen título, pero por motivos obvios no puede competir con los grandes. ¿Esta situación limita los géneros de desarrollo a los estudios pequeños? ¿Es mejor centrar los esfuerzos en otros campos? Complicado de saber a ciencia cierta.
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