David Cage: "nadie puede definir lo que es un videojuego"

A la mierda Pokémon X e Y. Beyond: Two Souls ha salido, y ha estallado la guerra. Las críticas no han logrado encontrar un terreno común, como ha dicho nuestro querido Víctor Junquera, y en este instante Metascore le puntúa con un 7’3 por parte de los medios y un 7’4 por parte del público. Sin embargo, el público es el más polarizado, ya que mientras que las críticas oficiales están en el espectro más positivo, el público tiene 59 opiniones positivas y 32 negativas. Mientras tanto David Cage, en una entrevista con Gamespot, ha soltado una bomba: “nadie debería ser capaz de definir qué es un videojuego o no; nadie tiene ese poder”.

El siglo pasado otro Cage vivió: John Cage. Pero no era desarrollador sino compositor. Su célebre 4’33” es una obra que consiste en cuatro minutos y 33 segundos de absoluto silencio; los sonidos improvisados y la propia nada se convierten en parte de la composición, más basada en el vacío que en la presencia. En definitiva, un tremendo desafío a la propia concepción de lo que es la música. 35 años antes de 4’33” Marcel Duchamp expuso su Fuente: un orinal común y corriente que cualquiera podría comprarse en una tienda de barrio. La idea era que, al estar en un museo y ser ofrecido por él, algo tan mundano se convertía en arte ¿qué impedía que un trozo de papel roto fuese arte, entonces? ¿Dónde se trazaba la línea? Del mismo modo, Jorgen Leth grabó en 1981 a Andy Warhol comiendo una hamburguesa. Sin símbolos ni comentario ni nada: era él como podríamos ser tú y yo. Al grabarse esta acción ¿es eso cine? Al ser Warhol un artista famoso ¿es ese vídeo arte? ¿Es relevante?

Esos hombres cuestionaron las bases de la misma idea del arte. Ellos tenían derecho a hacer esa afirmación. Porque mientras tanto, Beyond: Two Souls es un juego basado en la narrativa fílmica, que usa a actores reconocidos de Hollywood, fue presentado en el festival de cine de Tribeca y, en fin, que es una maldita película. No es que quiera contrariar a Cage ni me crea nadie, pero si algo sé, y sé poco, es que Cage no está en la posición para lanzar una afirmación tan arrogante. Lars von Trier pudo salirse con la suya cuando dijo en Cannes que había hecho Anticristo para si mismo y que le daba igual lo que pensara el público: ves la película y es evidente.

Cage intenta cimentar sus argumentos alegando que “un videojuego puede ser tantas cosas. Angry Birds es un juego. Call of Duty es un juego. World of Warcraft es un juego. Gone Home es un juego”. Angry Birds, Call of Duty y World of Warcraft son obras perfectamente reconocibles como videojuegos porque tienen un fortísimo énfasis en la jugabilidad, y Gone Home encaja como videojuego porque se basa en la investigación y la exploración; en otras palabras, en la interacción. “Abramos este medio a quien quiera que tenga ideas distintas y es genial ver gente intentar hacer juegos donde disparar no es lo principal”, dice Cage. Vale, dos cosas: primero, el espacio indie ya está recogiendo a gente que hace muchísimo más que tú por este medio con bastantes menos recursos, y segundo, no trates de engañarme, porque si Beyond: Two Souls no se basase en los quicktime events sería un juego de acción. He visto los trailers. Y las previews.  Sé que Aiden puede poseer a un soldado SWAT en una escena para que mate a sus compañeros y lance granadas. Sé que Jodie tiene varias escenas en las que pelea cuerpo a cuerpo. Tú no eres precisamente el mejor ejemplo; no, al menos, en este caso. Podías haberlo dicho en Heavy Rain ¿pero aquí? ¿Un juego con tantos clichés? ¿En serio, Cage?

Pero el gran momento llega al final, cuando Cage dice que su forma de hacer videojuegos “es un camino distinto y es la ruta que he escogido en mi carrera”. De modo que esto es lo que podemos esperar para el futuro, damas y caballeros. Espero que os guste el cine, porque ha llegado a los videojuegos.