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Cambio generacional... también de accesorios

Harold Ryan cede su asiento a Pete Parsons
Por Rafa del Río

Microsoft ha confirmado recientemente que no venderá los auriculares junto a Xbox One en su lanzamiento. El hecho de incluir Kinect con la máquina de nueva generación de Microsoft sirve a sus creadores para eludir la distribución de un elemento vital para salvaguardar nuestra intimidad en las comunicaciones con otros jugadores y amigos sin que se entere todo el vecindario. La solución ante el problema la tienen bien clara los americanos: pasar por caja y comprar algunas de las opciones que pondrán a la disposición del usuario una vez salga a la venta.

 

Además, está más que confirmado que los accesorios de la anterior generación no funcionarán ni en PlayStation 4 ni en One, circunstancia sonrojante que no tiene explicación o justificación alguna si tenemos en cuenta que todos esos accesorios funcionarán mediante USB. Dolerá, por ejemplo, en el caso de los arcade sticks, que con el dinero que han costado tocará volver a invertir en nuevos cacharros que quitarán peso en nuestras carteras pero que añadirán nuevos bultos y cajas en nuestras casas. La pelea generacional con accesorios es típica, pero no por ello es menos penosa.

 

Podemos medio justificar los nuevos mandos, pero el resto de opciones se antojan un problema, y más con lo que cuesta cada nuevo aparato

 

De hecho, escuece pensar en las compras extra que debemos hacer siempre cuando nos hacemos con una nueva máquina. Es evidente que debemos comprar un videojuego para comenzar a disfrutar de ella, pero no es menos cierto que hay una serie de accesorios y elementos que acaban siendo obligatorios para poder usar la máquina. Los auriculares no serán del todo obligatorios, ¿pero quién no recuerda la compra por unos abusivos 80 euros del adaptador WiFi de 360 durante los primeros años de la máquina? ¿Y los cables oficiales a 30 euros? Y eso sin entrar en los carga y juega, probablemente una de las grandes estafas de la generación actual.

 

Sony tampoco es la buena de la película en el presente episodio: desde el chanchullo de las Memory Cards, pasando por las Memory Sticks y los precios surrealistas de las tarjetas de Vita, todas ellas obligatorias para poder disfrutar de nuestras partidas en muchas máquinas de PlayStation. Con la cuarta generación de consolas domésticas, igual que con la tercera, parece que no tendremos ninguna obligación de adquirir nada extra más allá de la cámara, que en realidad, no parece ser capital para la consola y dudo que muchos estén dispuestos a aflojar un precio cercano a los 50 euros para tenerla cogiendo polvo.

 

El culpable de que todos tus vecinos sepan lo desgraciado que llega a ser tu rival en el futuro Halo 5

 

Volviendo a Microsoft, me resulta inevitable preguntarme cuánto dinero ahorrarán en las arcas americanas por no incluir un auricular de dudosisima calidad en las cajas de One. En serio, ¿cuánto podían costar los auriculares que venían acompañando 360 en los últimos tiempos? No dudéis que estamos hablando de céntimos, no de euros. La cuestión, ahora, será sacar rendimiento de esos céntimos vendiéndolos a no menos de 20 euros, precio oficial no confirmado, por cierto. Espero, que al menos, tengan la decencia de ofrecernos unos accesorios dignos del precio que estamos pagando.


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