1. Mundogamers
  2. Noticias

Año nuevo, consola muerta

Curso de reanimación
Por José Manuel Fernández "Spidey"

Ah, el 31 de diciembre... un día donde todo son celebraciones, donde las uvas saltan, el alcohol rebosa y, en definitiva, todo son alegrías. Pero no me estoy situando exactamente en el contexto de la fiesta de fin de año, aunque sí ya estábamos plenamente sitos en lo que es el día 31. Ya se sabe, uno cena con los amigos, se toma algo y, a falta de un mejor plan, nos vamos todos para mi casa con los pads de la consola en la mente. ¿A falta de un mejor plan? ¿Qué mejor plan que ese?

 

Así pues, nos disponemos a repartir ostias como panes en ese grandísimo juego que es UFC Undisputed 3 (franquicia de la cual estamos expectantes, a ver qué hace Electronic Arts con ella), Xbox 360 mediante. Últimamente nos ha dado por estos lares a eso de los juegos de lucha realistas, después de haber quemado prácticamente todo lo que contenga en su título la palabra Street Fighter y de haber desfasado lo suyo con el notable The King of Fighters XIII. Pues bien, con el peleón juegazo de THQ, la cosa dio lugar a que solo se hiciera efectivo un combate... y poco más. Porque la pantalla se quedó colgada como un cuadro.

 

luces 2

 

Se resetea la consola, se vuelve a arrancar el juego y... bloqueo total en pleno combate, todo paralizado. Reseteamos. Ahora se cuelga en la mismísima pantalla de inicio, con el logo de Xbox 360 a medio lucir. Reseteamos... ¡pantalla en negro y luces rojas! Apagamos, encendemos y... ¡luces rojas de nuevo! Creedme: estas fiestas no he adornado mi casa con bombillitas ni nada por el estilo; quiero pensar que Microsoft quiso iluminar el asunto para compensar mi falta de espíritu navideño.

 

La gracia del asunto es que, en vistas de que el cacharro ya no tiene garantía, los allí presentes nos dispusimos a abrir el trasto. Y conste que tengo otra Xbox 360 todavía operativa, pero en ese momento pensamos que lo más oportuno era pagar nuestras frustraciones con la carcasa de la máquina. Y no, no somos unos cafres... simple y llanamente, el que esto suscribe ha adquirido el conocimiento de un recurso que recientemente empleé con mi recién defenestrada GeForce 8800 (el tarjetón que orgullosamente aún mueve cosas potentes en mi PC) y que hizo que volviese a la vida. Y es lo que me dispongo a hacer con la circuitería de esta consola. ¿Os lo cuento?

 

graphic card 1

 

La cosa es bien sencilla. Cogemos la tarjeta y la desnudamos: fuera carcasa, ventilador, cablecillos de conexión... todo aquello susceptible de no aguantar fuertes temperaturas. Limpiamos la tarjeta de pasta térmica (usualmente sita en el chip principal y en las memorias), restos de adhesivo y demás. Curiosamente, las pegatinas que luzcan palmito por ahí las podemos dejar. Tras esto, tendremos una pieza de hardware pelada y mondada, con el procesador central ahí bien visible y tal. Mientras, vamos calentando el horno a doscientos grados unos diez minutos, como si fuésemos a hacernos una pizza. ¡Juro que no es una inocentada!

 

Hemos de tener en cuenta que la tarjeta gráfica se va a colocar en la bandeja del horno, por lo que es útil colocar una base de papel de plata en pos de salvar el horno de posibles goterones de pasta o estaño. También hemos de preparar unas cuatro bolitas de papel de plata que hagan las veces de patitas, para elevar un poquito la tarjeta y que no contacte directamente con la base. Tras esto, y con el horno precalentado, la introducimos otros diez minutos a la misma temperatura. Cuando acabe, dejamos la puerta entreabierta y esperamos a que el asunto se enfríe... ¡no queremos ampollas en nuestros dedos!

 

GeForce 8800 GT

 

Así pues, y con todo bien frío, cogemos la pieza, y untamos un poco de pasta térmica (a ras, sin pasarnos) sobre el chip principal y las memorias. Montamos el ventilador, los cablecillos, cerramos la tarjeta (si viene con carcasa, como es el caso de la mía) y para dentro. En mi caso -que no digo que vaya a ser el de todos- la gráfica funciona incluso mejor que antes, con más estabilidad donde antes tenía ciertos problemas de conexión de vídeo. Y vaya, me consta que este mismo método ha resucitado Xbox 360, PlayStation 3 y váyase usted a saber qué más. Así pues, voy a ir preparando el horno, que el plato especial del día va a ser una vieja placa de Xbox 360... ¡gratinada con amor, oiga!


<< Anterior Siguiente >>