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Avance The Division ,PC,PS4,XONE

Ubisoft lo está consiguiendo.
Lunes 22 de Febrero de 2016 por Rafa del Río

Ubisoft lo ha conseguido. Bueno, quizá es demasiado pronto para decir esto, así que dejémoslo mejor en un 'Ubisoft lo está consiguiendo'. Después de un fin de semana volcado en la beta de esa promesa a corazón abierto que es The Division, tengo que reconocerlo: El juego me ha sorprendido muy gratamente. Pero vayamos por partes...

 

Bienvenidos a Manhattan

Tom Clancy's The Division sitúa la acción en un Mahattan 'lévemente postapocalíptico' en la piel de un agente de una corporación militar privada conocida como The Division. El sello de Tom Clancy brilla por todas partes: corporaciones militares privadas, laboratorios privados, la promesa de varias intrigas militares y un desencadenante que ya es un clásico en su narrativa: lo que parece ser un ataque terrorista que ha liberado un peligroso virus en el día más puñetero de todo el calendario anual: el Black Friday

 

Historias a un lado -que según vayamos investigando iremos descubriendo que nada es lo que parece-, aquí lo importante es el entorno: Un Manhattan atacado en plena campaña navideña, asolado por las nevadas y plagado de cadáveres embolsados, supervivientes que tratan de salir adelante, bandas, facciones, bandidos y unos misteriosos tipos conocidos como 'cleaners' -limpiadores- que se dedican a quemar las zonas infectadas como si les fuera la vida en ello.

 

Bolsa de plástico en rama. Nos estamos cargando el planeta...

 

Primeros pasos  

Hace unas semanas protestaba porque Assassin's Creed: Syndicate adolecía de ese 'querer jugar', de esa capacidad de sorpresa que incluyen juegos como Bioschock, Alan Wake o Until Dawn. Pues buenas noticias, se ve que Guillemot es un lector empedernido de Mundogamers y con The Division han sabido evitar ese fallo y ofrecer todo lo contrario: Empezar a jugar The Division es realmente intenso. 

 

Comienzas con una leve conversación en un  helicóptero en la que te dan el trasfondo del juego y el brieffing de lo que debes hacer... más o menos. Pronto aterrizas en un capamento a orillas del Hudson, en el West End, más concretamente en Chelsea, muy cerquita del Chelse Hotel, donde Arthur C. Clarke escribió 2001, Odisea en el Espacio, Sid Vicious mató a Nancy y Leonard Cohen tuvo un afair con la inigualable Janis Joplin

 

Empecemos con calma...

 

Gafapastadas a un lado, la sensación al empezar a jugar The Division es realmente espectacular. Un campamento de refugiados lleno de jugadores, nieve, una más que intensa recreación del escenario que es un caramelo para todos los que hemos visitado la zona y, finalmente, la salida del campamento a la 'zona de guerra'. Al principio te mueves sin saber muy bien qué hacer. Pronto el mapa te enseña los primeros objetos que puedes recoger y el escenario demuestra sus bondades con rutas alternativas, escaleras, caminos elevados... 

 

Las calles están plagadas de civiles perdidos que necesitan ayuda, a los que apuntas nervioso esperando que cualquiera pueda atacarte, y estos huyen aterrorizados ante el cañón de tu fusil. Finalmente el mapa te marca un enemigo, o te das con ellos de frente, empieza el tiroteo, y el motor de coberturas demuestra lo bien que funciona en un MMORPG con toque de MOBA y ambición de Share Open World Shooter que, al menos en mi opinión, mejora lo visto anteriormente en Destiny. 

 

¿Alguien ha dicho Destiny?

 

Personalización y rol como forma de vida. 

The Division incluye un motor de mejora con elementos de RPG mucho más ambicioso de lo que cabría esperar en un juego de esta índole. Aquí cobra especial importancia el equipo, que incluye la Apariencia, prendas de ropa que en principio no aportan protección ni parámetros extrea y sólo influyen en el aspecto de nuestro personaje. Junto a la Apariencia está el Equipo propiamente dicho, que incluye todos los elementos que ayudan a protegernos y que otorgan bonificaciones al ataque, la salud y las habilidades especiales: Mochila, Pistolera, Rodilleras, Mascarilla... Todo ello con diferentes parametros y bonificaciones, lo que hace que cambiar de equipo suba algunas estadísticas y baje otras. 

 

Finalmente tenemos el armamento: Un arma principal, un arma secundaria y un arma de una mano. Como armas a dos manos tenemos fusiles, rifles, carabinas, escopetas y un largo etcétera, todo ello personalizable con diversos elementos tales como silenciadores, empuñaduras, miras, estabilizadores e incluso pintura, cada uno con sus diversas ayudas y mejoras. Las armas de mano, en la beta sólo pistolas, también pueden personalizarse y añadir varias mejoras como cargadores expandidos, miras, punteros láser y acccesorios de boca. 

 

El rifle de francotirador con mira, una gozada

 

El resultado es un apartado realmente interesante que, por si fuera poco, bloquea algunos elementos, herramientas y mejoras a rangos superiores para obligarnos a estar atentos y avanzar en el juego. Lejos de nuestro personaje, a quien creamos de cero y podemos personalizar rasgos y facciones, The Division incluye los campamentos base, zonas que tendremos que arrebatar a otras facciones y 'poner en marcha' llevando a cabo varias misiones de reclutamiento y rescate para contar con la ayuda de algunos profesionales que nos ayuden a tener la base lista y operativa. Como punto final, tendremos que ir mejorando las diversas alas de la base: Técnica, Médica y de Seguridad para obetener mejoras en nuestras habilidades especiales y ventajas tales como mayor capacidad de carga, aumentos de parámetros y demás. 

 

¿Pero cómo funciona el juego?

The Division ofrece tres zonas y tres jugabilidades diferentes: Por un lado tenemos las bases y campamentos, zonas seguras en las que nuestra actividad será personal y no afectará a la del resto de jugadores: Mi base, mis reglas. Todas las mejoras que llevemos a cabo en nuestras bases serán sólo y eclusivamente para nosotros, y no influirá en las partidas de los demás, que tendrán que hacer lo mismo en sus propias bases. 

 

Al lado de las Zonas Seguras tenemos lo que sería el área normal de juego: Manhattan, sus calles, pasos elevados, alcantarillas y líneas de metro en la que se nos irán indicando misiones principales para avanzar la historia, Encuentros, que son algo así como misiones secundarias en las que va surgiendo una narrativa en segundo plano y Encargos, misiones secundarias de pleno derecho que nos ayudarán a lograr suministros y experiencia para subir de nivel. 

 

Finalmente tenemos la Zona Oscura, un ára infectada fuera del control de las facciones en la que nos enfrentaremos a bandas armadas, civiles desesperados y, llegados al caso, nuestros propios compañeros de The Division.

 

La zona oscura es... Más oscura.

 

La Zona Oscura

La Zona Oscura es una de las cosas más interesantes de The Division, y tras jugar a la zona normal y pensar que el juego es 'excesivamente sencillo', entrar ahí es darse de bruces con una realidad muy complicada que puede llegar a suponer un auténtico reto. 

 

El funcionamiento de La Zona Oscura es algo complicado y de primeras resulta confuso, pero en seguida se le coge el truco. La idea es usar esta zona para lograr mejores recompensas y equipo con el que continuar nuestro juego en la zona de juego normal. Los enemigos sueltan mejores armas y hay cofres con mejor equipo, el problema es que este equipo está 'infectado', y para poder usarlo debemos ir a un punto de extracción y llamar a un helicóptero, esperar, poner el equipo en la cuerda y, una vez hecho esto, volver a nuestra base y recuperar el equipo, ya utilizable, en nuestro alijo personal. 

 

Sobra decir que las zonas de extracción son el punto preferido parea las emboscadas de jugadores y PNJs, que buscan acabar con nosotros para llevarse el equipo que tanto nos ha costado conseguir. La tensión de estar rodeado de jugadores mientras esperas al helicóptero sin saber si alguno te va a traicionar es deliciosa, y da mucho, pero mucho juego fuera del argumento escrito por el señor Clancy

 

Cuando nieva se da el fenómeno atmosférico conocido como 'no se ve un carajo
'

 

Resumiendo

Me quedan mil cosas por contar, y ya iré escribiendo sobre eso en próximos días, pero sea como sea, The Division promete. Su Manhattan perfectamente detallado enamora, su ambientación cuasi-post-apocalíptica es estupenda, fusionando la bonita navidad y los batrrios decorados con los estragos del virus y un clima que funciona a la perfección haciendo casi imposible ver más allá de nuestras narices cuando los focos, la ventisca y la noche se unen para saturar la pantalla con un intenso color blanco

 

Por si esto fuera poco, la historia no está mal, los personajes se portan y el rollo multijugador ayuda sin incordiar demasiado, dejando que seamos nosotros quienes decidamos si jugar juntos, ayudar a otros sin llegar a formar patrulla o ir por libres en nuestras misiones. 

 

Por supuesto tiene fallos, diálogos que a veces no vienen a cuento y ese absurdo juicio de 'si lo marco en rojo son malos y si no son buenos' que no está muy explicado que digamos. Algunas investigaciones nos muestran una recreación por partículas parlantes que hace pensar en el palacio mental de Sherlock, y hay algún que otro errorcillo en las rutinas de cobertura, especialmente a la hora de alejarnos de estas cuando nos lanzan una granada. 

 

Sin embargo, el resultado final es más que satisfactorio. Espero con muchas ganas el 8 de marzo y la llegada de este The Division para saber si todo este fin de semana ha sido real o si Ubisoft hará cambios de esos que al final no gustan. 

 

¡Nos leemos!


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