Avance Fire Emblem Awakening ,3DS

Parece increíble lo mucho que puede llegar a cambiar el desarrollo de una saga sólo por adaptarse a tiempos más modernos, y en muchas ocasiones es triste admitir que el cambio es a peor, pero ahora hablamos de un cambio a mucho mejor. Las primeras horas con Fire Emblem: Awakening son todo un redescubrimiento de unas mecánicas que, las conozcas o no, disfrutarás aprendiéndolas como pocos juegos saben hacer con tutoriales que para nada ralentizan la experiencia de juego, que para algo ahora tenemos dos pantallas. En una juegas, y en otra, lees lo que tienes que aprender sobre el sistema de juego de Fire Emblem, si es que tienes algo que aprender, y si no, es tan sencillo como pulsar un botón para ocultarlo. Pero nunca viene mal saber todo lo que hace especial a esta saga, además de repasar todo lo nuevo que vamos viendo.

Fire Emblem es el Juego de Tronos de Nintendo. Intelligent Systems llevan más de 20 años haciendo épicas aventuras de capa y espada, de príncipes que sobreviven al asedio de su reino y se hacen fuertes gracias a sus aliados para vencer al mal y reinstaurar la paz con dobles morales y finales no tan felices, y Fire Emblem: Awakening es su décimo-tercera entrega y su sexto nuevo punto de partida. Para los no iniciados, esta nueva entrega es tan reboot como lo pudo haber sido Final Fantasy IX con respecto a FFVIII, y éste con respecto a FFVII, y así sucesivamente. Esta es una nueva historia en un mundo nuevo y no hace falta conocer dos décadas de saga para entrar en Awakening. Pero a estas alturas, todo el mundo sabe quién es Marth.

Y Marth es uno de los grandes misterios que Fire Emblem: Awakening presenta en sus primeros capítulos, pero no es el único. En tan sólo un par de horas tenemos sobre el campo a un personaje creado por el jugador que aparece de la nada amnésico, aunque ya sabemos que tiene mucho que esconder tras un impactante prólogo; tenemos el intento de invasión a la tierra del protagonista, Ylisse, por parte de la nación de Plegia gobernada por un rey loco; tenemos una poderosa magia oscura que está haciendo que aparezcan criaturas tipo zombi como advenimiento de la resurrección del Dragón Caído; y tenemos un misterioso enmascarado que cae del cielo haciéndose llamar Marth, como el héroe de la leyenda, y blandiendo la misma espada Falchion que el protagonista, Chrom, un arma supuestamente única que sólo puede portar el heredero del Emblema de Fuego con el que Marth derrotó al Dragón Caído generaciones atrás.

Toda una historia para cinco capítulos en los que jugamos sobre una cuadrícula que hace las veces de campo de batalla sobre el que desplegamos nuestras unidades aliadas, cada una con su clase, sus peculiaridades y sus estadísticas, como si de un ajedrez mezclado con Warhammer se tratase, sólo que esta vez cada unidad tiene cara, nombre y una historia propia y no están hechas a modo de unidades de usar y tirar como en Advance Wars ni creadas en un generador aleatorio de soldados como en XCOM: Enemy Unknown. Aquí ampliamos el ejército reclutando mediante la palabra a los soldados más destacables, y haciendo que éstos se relacionen entre sí, se lleguen a enamorar y a tener hijos que en un futuro formarán parte del grupo. Pero aún queda mucho para hablar de eso.

Fire Emblem: Awakening incorpora muchas novedades para quienes ya están acostumbrados a la saga que van mucho más allá de combatir para ganar experiencia y subir de nivel y basarse en el triángulo de armas (piedra-papel-tijeras con espadas-lanzas-hachas) para tener éxito en un combate, sino que ahora entran en juego los ataques duales y el emparejamiento de unidades. Dos unidades adyacentes en el campo de batalla no sólo aumentan su afinidad combatiendo juntas, sino que tienen la oportunidad de atacar a la vez sin dar tregua al enemigo, rompiendo ligeramente la estructura de ataque-contraataque de los combates normales. Si estas dos unidades se unen para ocupar una misma casilla, se pierde la posibilidad de atacar como dos unidades independientes, pero una potencia las estadísticas de otra, tanto en función de la clase como de la afinidad que tengan, como algo tan sencillo como que peleas mejor junto a alguien a quien conoces bien.

Por el momento no hemos llegado al nivel de apoyo necesario para casar a dos unidades, pero Chrom ya le tiene el lazo echado a Sumia, una valerosa (y patosa) jinete de pegaso, mientras que Vic, mi personaje protagonista personalizado que usa espadas y tomos mágicos, va a saco a por Lissa, la hermana de Chrom. Pero en vuestra partida podría ser cualquier otra cosa. El personaje creado por un jugador puede ser una jugadora y puede ir a por Chrom o a por quien quiera, o incluso a por nadie, pero el juego compensa muy bien el tiempo invertido en las relaciones con mejoras de estadísticas, y lo mejor es que todo está muy bien explicado.

Es muy curioso el papel del personaje personalizado, que representa al jugador que sujeta la consola, y asegura ser un maestro estratega capaz de ver el campo de batalla desde otras perspectivas y cifras sobre los enemigos, muy buen guiño a la par de hacer que en las secuencias anime del juego, éste salga representado en primera persona. Detalles como éste son los que hacen que tengamos una implicación con cada personaje de nuestro ejército.

Fire Emblem: Awakening parece el juego perfecto con el que cualquiera podría empezar en la saga, ya que en escasas dos horas tienes todo un atractivo nuevo mundo por delante con unas mecánicas que ya has sido capaz de entender, seas nuevo en esto o no. Lo mejor de todo esto es que aunque la historia parece intrigante, lo importante es la historia que cada uno decida contar. Podemos escoger si activar la muerte permanente de los personajes o no. En caso negativo, que un PJ agote sus puntos de vida significa que se retirará de la batalla, pero podrá volver en la siguiente. Si decidimos jugar en el modo clásico, un mal movimiento puede hacer que pierdas un aliado querido, que un compañero pierda a su pareja o que un hijo quede huérfano, a menos que reinicies la partida. ¿Y tú, cómo jugarás?