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Avance Company of Heroes 2 ,PC

Tu cruz te espera, exiliado.
Martes 14 de Marzo de 2017 por Kysucuac

Hace unas semanas, en uno de los últimos MG Podcasts que grabamos, Alejandro Pascual habló de sus impresiones con la expansión de StarCraft 2 y dejó un dato interesante para aquellos que llevan alejados del género una temporada. El RTS, venía a decir, ya no vive de las mecánicas repetitivas de siempre. Ya no vive de asentar una base, recolectar recursos y lanzarse a construir unidades como un loco. La campaña individual de Company of Heroes 2 es una buena muestra de cómo hacer un modo offline entretenido sin caer en la repetición.

 

Relic ha puesto a disposición de los medios algunos niveles que conformarán la campaña para que nos hagamos una idea de cómo va a funcionar la trama principal que hilará la segunda entrega de su título bélico. Si el modo multijugador, que reseñamos no hace mucho en esta misma página, sí que es fiel a la estructura básica de un RTS, el individual busca nuevas fórmulas con un fin: adentrarte en la guerra y no dar ni un segundo de respiro.

 

La historia está narrada por un oficial ruso al que, presumimos, no le han terminado de ir demasiado bien las cosas en el frente.

 

Lejos de la planificación minuciosa que el RTS te permitía en su momento, Company of Heroes pretende que la R y la T de real time tengan significado propio. Lo demuestra el primer escenario, donde una entrada en tropel a Stalingrado que no durará más de diez minutos nos tendrá en vilo. Sólo tenemos la opción de convocar alguna unidad de vez en cuando desde la barra inferior pero no hay cuartel general. Ni falta que hace.

 

De hecho, varios de los escenarios por los que hemos podido pasear comparten una premisa: el jugador sólo controla a una parte del ejército. Vuelvo a la batalla de Stalingrado: para recrear un duelo en el que lucharon decenas de miles de soldados lo que tiene sentido es poner al mayor número en pantalla y delegar el control de una gran mayoría en la IA para dar realismo al campo de batalla. En esa situación, el juego te marca unos objetivos específicos (acabar con piezas de artillería, flanquear alguna ametralladora) que son los que las unidades que tú comandas deben cumplir.

 

Los tanques proporcionan una cobertura excepcional para tus tropas. Y no olvidemos que Company of Heroes siempre se ha distinguido por sus coberturas.

 

Otro de los puntos fuertes de este Company of Heroes 2 es la tendencia del juego a hacerte perder de manera obligatoria. Me explico. Algunos mapas están divididos en dos o tres subfases y para acceder a alguna de ellas deberemos capitular ante el enemigo. Por ejemplo, frente a la avanzadilla alemana de los primeros años del frente oriental nuestras tropas tienen poco que hacer. Y nos encontraremos con escenarios donde nos tocará aguantar el avance el mayor tiempo posible hasta que, desesperados, demos por hecho que tendremos que repetir esa misión,

 

La gracia de Company of Heroes reside en esos pequeños oasis que lo hacen especial. Que el juego te empuje a una retirada inevitable para, al momento, obsequiarte con varios tanques que te permitan no sólo repeler el ataque sino despejar el frente es una gozada. Y, de nuevo, lo hace sin apelar a las figuras básicas del género. En algunos escenarios, se encargará de enviarnos determinadas unidades de manera esporádica por lo que más nos vale cuidar bien de ellas.

 

¿Un tanque en un pueblo? A diferencia de convertirse en un elefante en una cacharrería, es un enemigo letal. Sobre todo, cuando no tienes artillería a mano.

 

Una de las mejores muestras de esta situación se da en la última misión a la que hemos tenido acceso. Quizá la más atractiva, por original, nos da un puñado de unidades (un par de francotiradores, ingenieros y bastante soldado raso) que deberemos mover con sigilo para localizar un tanque que patrulla un pueblo fantasma y acabar con él. Al no contar con la estructura clásica de recolección de recursos, será esencial recoger la poca munición que existe por el mapeado y tratar de cazar por sorpresa al Tiger alemán. Como buen jefe final, si se me permite la expresión, la maniobra es complicada de narices.

 

A falta de catar la campaña en toda su extensión, las sensaciones que sigue transmitiendo Company of Heroes 2 son inmejorables. A los rigores de la climatología que ya comentamos en el avance del multijugador y a falta de poder explorar a fondo las composiciones personalizadas del ejército (han venido capadas de serie en el código que nos han facilitado) la sensación general es que Relic va a parir otro imprescindible para los amantes del género y de la Segunda Guerra Mundial.


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